Algunas palmeras dispersas se mueven con la brisa del mar y ruinas de piedra se levantan de la arena. Los últimos restos de un pueblo asediado por el mar: el pueblo costero de Fuveme, en la región ghanesa del río Volta, podría desaparecer pronto y para siempre. El pequeño pueblo de la laguna de Keta ya se ha reducido a una isla, lo que ha obligado a muchas familias a trasladarse al interior.
Muchos de estos pequeños pueblos pesqueros de la costa ghanesa están por debajo del nivel del mar. Kwasi Appeaning Addo, experto en cambio climático de la Universidad de Ghana en la capital, Accra, e investigador del cambio costero: “La intensidad de las mareas de tempestad ha aumentado últimamente, lo que se debe al cambio climático. Las olas son más altas, el nivel del mar está subiendo, son factores naturales impulsados por el cambio climático que aumentan la erosión”, explica Addo a DW.
Pero no solo la naturaleza, sino también los seres humanos contribuyen a la erosión: la extracción de arena en las playas es ilegal, pero la prohibición no se aplica, dice Addo. Otro problema es la destrucción de la vegetación costera, que es esencial para luchar contra la erosión. La respuesta del gobierno de Ghana ante estom según el experto, es que “Intentan luchar contra la erosión mediante estructuras duras como espigones y presas”. Pero eso no es sostenible, añade. “Tenemos que replantearnos cómo aprender a lidiar con la erosión en lugar de luchar contra ella”.
En África Occidental, el mar se está comiendo el interior del país con especial rapidez: “El 56 por ciento del litoral de Benín, Costa de Marfil, Senegal y Togo está expuesto a una erosión media de dos metros al año, lo que tiene un impacto enorme”, afirma María Sarraf, directora de proyectos de Medio Ambiente y Recursos Naturales en África consultada por medios locales.
Para proteger al menos un poco las regiones costeras amenazadas de África Occidental, el Banco Mundial ha puesto en marcha un proyecto de 220 millones de dólares que actualmente beneficia a seis países de la región. Entre otras cosas, el dinero se utiliza para construir presas y defensas costeras, restaurar humedales y rellenar playas.
No solo África occidental, sino también otras regiones como el delta del Nilo, en Egipto, las costas de Kenia y África oriental, e incluso ciudades costeras sudafricanas como Ciudad del Cabo están expuestas a los peligros de la subida del nivel del mar y, por tanto, a inundaciones más fuertes. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, el nivel del mar alrededor de África ha aumentado más rápido que la media mundial en los últimos treinta años.