El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este jueves la liberación de un millón de barriles de petróleo diarios durante seis meses de las “reservas estratégicas” del país para reducir los precios del combustible. Biden aseguró que tomó la decisión “para aliviar el dolor que sienten las familias”. Así mismo, pidió al Congreso que apruebe una legislación que castigue a las compañías petroleras que no utilicen los arrendamientos existentes en tierras federales.
El mandatario pidió los castigos luego de que el director ejecutivo de Pioneer, Scott Sheffield, afirmara que no aumentará la producción suba lo que suba el precio del crudo. En declaraciones a Bloomberg News en febrero, el director aseguró que no cambiarán sus planes de crecimiento “ya valga el petróleo USD 50, 200 o 100″. “Simplemente no creo que la industria pueda crecer de todos modos”, agregó. La decisión de Biden se produce previo de las críticas elecciones intermedias de noviembre, para las que el presidente y los demócratas buscan solventar el dolor económico infligido por la inflación vertiginosa en los hogares de los estadounidenses.
El presidente ha tratado de atribuir el aumento del precio de la gasolina a la guerra de Rusia contra Ucrania, así como a las medidas solicitadas por republicanos y demócratas para prohibir la importación de energía rusa. “Sus presupuestos familiares para llenar una despensa no debería depender de si un dictador declara la guerra o no”, indicó Biden en la Casa Blanca. ”Nuestros precios están aumentando debido a las acciones de Putin. No hay suficiente suministro, y la conclusión es que, si queremos precios más bajos de gasolina, necesitamos tener más suministro de petróleo en este momento”, agregó Biden. Según Biden, esto podría lograrse a través del aumento de la producción por parte de las compañías petroleras estadounidenses que ya están “registrando sus mayores ganancias en años”, en lugar de enviar “esas ganancias a los inversores mientras las familias estadounidenses luchan para llegar a fin de mes”
Existen 9.000 permisos de producción de petróleo aprobados, pero no utilizados, en tierras federales, según la Casa Blanca. Biden apeló al Congreso para que apruebe una legislación que imponga tarifas a las empresas que no hayan utilizado los arrendamientos aprobados en años, acusándolos de “acaparar sin producir”.