Científicos han presenciado un comportamiento inusual entre dos ballenas jorobadas, marcando un acontecimiento en la observación de la naturaleza de estas criaturas marinas.
Por primera vez, se documentó la cópula de ballenas jorobadas, y lo más sorprendente es que ambos ejemplares eran machos.
El extraordinario avistamiento tuvo lugar frente a la costa de Hawái, Estados Unidos y fue captado por los fotógrafos Lyle Krannichfeld y Brandi Romano. El encuentro se produjo en aguas al oeste de la isla de Maui.
Las imágenes del encuentro íntimo entre las ballenas, que se produjo a unos tres a cinco metros debajo de un barco, fueron confirmadas por científicos en un estudio recientemente publicado en la revista Marine Mammal Science.
Ambas ballenas eran machos, lo que confirma la primera evidencia de comportamiento homosexual en ballenas jorobadas. Así como el primer avistamiento de sexto en la especie. Cabe destacar que el acto sexual en especies del mismo sexo es común en el reino animal. Se ha observado entre delfines y orcas, pero nunca en estas ballenas.
Stephanie Stack, investigadora de ballenas de la Pacific Whale Foundation y autora principal del artículo, señaló que este evento único es un testimonio del misterio y la complejidad del comportamiento de estas criaturas marinas.
“Este descubrimiento desafía nuestras nociones preconcebidas sobre el comportamiento de las ballenas jorobadas. Si bien hace tiempo que reconocemos las complejas estructuras sociales de estas increíbles criaturas, ser testigo de la cópula de dos ballenas macho por primera vez es un evento único y notable”, indicó la investigadora.
Las ballenas jorobadas, que pueden medir hasta 16 metros de largo y pesar hasta 36 toneladas, son conocidas por su migración estacional desde aguas polares hasta climas tropicales. Durante el encuentro observado en Hawái, una de las ballenas macho sostenía a la otra con sus aletas pectorales mientras ocurría la cópula.
Es importante destacar que una de las ballenas parecía estar enferma, exhibiendo signos de demacración y parasitación por piojos de ballena, lo que añade un aspecto adicional de interés para los investigadores.