Una nueva masacre, el mismo debate. Estados Unidos, o más precisamente Texas, fue escenario esta semana del asesinato a tiros de 19 niños y dos profesores en una escuela primaria, perpetrado por Salvador Ramos, un adolescente de 18 años. Ante el violento hecho, el presidente Joe Biden se expresó en contra de la tenencia legal de armas, pero el lobby de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) y la desidia de políticos vence cualquier avance.
En el caso de Ramos, el último atacante, el acceso a los dos fusiles semiautomáticos tipo AR-15, uno de los habituales en tiroteos anteriores, y 370 rondas de munición fue sencillo: como había cumplido 18 años, simplemente adquirió el armamento con sus ahorros y completamente legal en una tienda. Un autorregalo de cumpleaños.
Qué es la segunda enmienda y por qué tener armas es un derecho en Estados Unidos
En 1791, Estados Unidos ocupaba un tercio de su actual territorio, con intenciones de expandirse al oeste. Y tras la victoria ante Gran Bretaña en la Guerra de Independencia (1775-83), las milicias cobraron importancia. Eran grupos de hombres que se unían para proteger sus comunidades, pueblos, colonias y, desde que el país declaró su independencia en 1776, finalmente estados.
Para forjar identidad y defender su libertad, el mejor modo de defenderse era portar sus propias armas y, de ser necesario, organizarse en milicias. Después de que en 1788 se ratificara oficialmente la Constitución, James Madison, uno de los “padres fundadores” y más adelante presidente de EE.UU., redactó la Segunda Enmienda con el objetivo de empoderar a las milicias en los estados.
“Siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado Libre, no se violará el derecho del pueblo a poseer y portar armas”, dice la famosa Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense. Es el párrafo al que la NRA -con 5,5 millones de integrantes e influyente en la política- se amarra cada vez que surgen cuestionamientos a la tenencia legal de armas y su vinculación con los tiroteos masivos.
En la Declaración de Derechos de 1791, la Segunda Enmienda quedó al mismo nivel de cualquier otro derecho humano, como la libertad de expresión o religión.
Para los defensores de las armas, el ciudadano estadounidense tiene un derecho consagrado e intocable y puede defenderse con armas. Pero los detractores se atan a la primera parte del texto, donde se habla de una “milicia bien ordenada”, es decir, se debe delegar esa portación y uso a las autoridades encargadas de la seguridad.
Además, los tiempos cambiaron notablemente. En los tiempos de la redacción de la Segunda Enmienda, el mosquete, un artefacto de infantería que se usó hasta el siglo XIX, tenía un alcance de tiro efectivo de unos 100 metros y se podía disparar unas tres veces por minuto. El fusil de asalto AR-15, el más común de las últimas masacres, realiza hasta 750 disparos por minuto.
Cuánto poder tiene la NRA sobre los políticos de Estados Unidos
No hace falta ir demasiado atrás en el tiempo: Donald Trump fue candidato en 2016 con el apoyo de la Asociación Nacional del Rifle.
Surgida en 1871, la NRA es uno de los actores más activos y controvertidos en el asunto. Rechaza constantemente cualquier responsabilidad en tiroteos masivos y defiende el derecho de la Segunda Enmienda.
Su peso en la política ganó relevancia en 1934, cuando comenzó a enviar a sus miembros proyectos de legislaciones relacionados con facilidades para adquirir armamentos. En ese año, promovió la aprobación de la Ley Nacional de Armas de Fuego. Y en 1968, logró una nueva regulación del mismo tipo que facilitaba el acceso a estos artículos.
Una encuesta realizada por la revista Fortune en 1999 entre algunos de los principales analistas políticos y legisladores estadounidenses colocó a la NRA como uno de los tres grupos de presión más influyentes en Washington.
Muchas veces realiza sus cabildeos a partir de las múltiples ramas y organizaciones paralelas que también controla, por lo que no hay registros certeros. De acuerdo con el Washington Post, la NRA interfirió a lo largo del tiempo para frenar las investigaciones sobre el control de armas y mover sus influencias hasta para los candidatos a la presidencia.
Por ejemplo, según el Centro para una Política Responsable (CRP, por sus siglas en inglés), durante la campaña presidencial de 2016, la NRA gastó US$ 19,7 millones en la oposición a la demócrata Hilary Clinton.
Requisitos para comprar armas en Estados Unidos
Cualquier ciudadano puede adquirir un arma, variando la edad legal según el estado y según el tipo de arma, pero en general en casi todos se exige ser mayor de 18 o 21 años.
Para poder comprar, el vendedor pide un documento de identificación que debe incluir el nombre, la dirección de residencia, la fecha de nacimiento y una fotografía.
Una licencia para portar armas puede costar 30 dólares, mientras que las licencias para distribución y venta pueden ir desde los 30 dólares hasta los 3.000 y se renuevan cada 3 años.
¿Quiénes no pueden comprar? Personas con antecedentes en la Justicia, fugitivos, quienes sufren de enfermedades mentales, inmigrantes ilegales, adictos, condenados y/o aquellos que tienen orden de restricción por violencia de género.
Precios de las armas en Estados Unidos
Más allá de las tiendas físicas, las armas pueden comprarse tranquilamente de manera online. Hay portales como Guns.com que ofrecen la posibilidad de comprar este tipo de armas e incluso enviarlas a casa de forma gratuita.
Un fusil AR-15, como el usado en la masacre de la escuela de Texas, va de los 1.800 a 3.000 dólares.
El precio de una Glock nueva se puede ubicar entre los 390 y 600 dólares, pero una Taurus usada baja a 200 dólares. También se consiguen fácilmente armas blancas, municiones y demás accesorios.