Por qué la visita de una funcionaria estadounidense a Taiwán disparó las tensiones entre EE.UU. y China

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, llegó hoy a la isla reclamada por China y concretó la visita de mayor jerarquía del país norteamericano en 25 años.

Por qué la visita de una funcionaria estadounidense a Taiwán disparó las tensiones entre EE.UU. y China
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, arribó a Taiwán el martes por la noche. AP

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, arribó a Taiwán el martes por la noche, siendo la persona electa de mayor jerarquía de Estados Unidos en los últimos 25 años que visita la isla reclamada por China.

La visita de Pelosi ha elevado las tensiones entre Beijing y Washington. China reclama a Taiwán como parte de su territorio, al que anexará por la fuerza en caso de necesidad, y considera que las visitas de funcionarios extranjeros constituyen un reconocimiento de la soberanía de la isla. China había advertido que tomaría “medidas resueltas y enérgicas’' si Pelosi realizaba el viaje.

El gobierno del presidente Joe Biden no la exhortó explícitamente a cancelarlo, pero le aseguró a Beijing que no significaba un cambio en la política estadounidense con respecto a Taiwán. Antes del arribo de Pelosi, el ministro de Exteriores chino Wang Yi manifestó que la posición de Washington en el tema de Taiwán “está mermando su credibilidad nacional’'.

”Ciertos políticos norteamericanos están jugando con fuego en el tema de Taiwán’', expresó Wang en una nota de prensa. “Esto definitivamente no tendrá un buen desenlace... esto desenmascara a Estados Unidos como el abusador del mundo y el mayor saboteador de la paz mundial’'.

Pelosi dijo en un comunicado poco después de su arribo que la visita de la delegación estadounidense “honra el compromiso inquebrantable de Estados Unidos de apoyo a la pujante democracia de Taiwán’'.

”Nuestra visita es una de varias delegaciones del Congreso a Taiwán, y en modo alguno contradice la posición de larga data de Estados Unidos’', añadió. El avión en que viajaba Pelosi con su delegación partió de Malasia el martes tras una breve visita que incluyó un almuerzo de trabajo con el primer ministro Ismail Sabri Yaakob.

Al principio no se aclaró hacia dónde se dirigía, pero la prensa taiwanesa reportó que Pelosi llegaría el martes por la noche. Los tres principales diarios taiwaneses _The United Daily News, Liberty Times y China Times_ reportaron, citando fuentes anónimas, que ella pasaría la noche en Taiwán. El Ministerio de Exteriores de Taiwán declinó formular comentarios.

La primera ministra Su Tseng-chang no confirmó explícitamente la visita de Pelosi, pero declaró el martes que “todo invitado extranjero y todo legislador amistoso’' son “totalmente bienvenidos’'.

Había barricadas y fuertes medidas de seguridad frente al Grand Hyatt Hotel de Taipéi, donde presuntamente Pelosi se quedará. Dos edificios de la capital encendieron carteles luminosos LED con frases de bienvenida como “Bienvenida a Taiwán, presidenta (del Congreso) Pelosi’' en el emblemático edificio Taiwán 101.China, que considera a Taiwán una provincia rebelde que anexará por la fuerza si es necesario, ha advertido reiteradamente que habrá represalias y que sus fuerzas armadas “nunca se quedarán cruzadas de brazos’'.

”Estados Unidos y Taiwán han coludido para hacer provocaciones, y China se ha visto obligada a actuar en defensa propia’', dijo la vocera de la cancillería china Hua Chunying a la prensa el martes en Beijing.

Hua dijo que China ha estado en comunicación constante con Estados Unidos y ha dicho claramente “cuán peligroso sería que se efectuara la visita’'. Cualquier contramedida que tome China será “justificada y necesaria’' frente a la “conducta inescrupulosa’' de Washington, añadió.

Poco antes del arribo previsto de Pelosi, la prensa estatal china dijo que aviones de combate chinos SU-35 estaban “cruzando’' el estrecho de Taiwán, que separa a la isla del continente. En principio no estaba claro adónde se dirigían o cuáles eran sus planes. Hackers desconocidos lanzaron un ciberataque a la oficina de la presidencia de Taiwán, que estaba inaccesible el martes por la noche. La presidencia dijo que el sitio volvió a funcionar poco después del ataque, que lo abrumó con mensajes.

Entre China y Taiwán, siete décadas de antagonismo

Las relaciones entre China y Taiwán, difíciles desde su separación de facto en 1949, son fuente de tensiones recurrentes entre Washington y Pekín, que se incrementaron con la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, a Taipéi.Estas son las principales etapas de las relaciones entre la isla autónoma y China.

El 1 de octubre de 1949, el líder comunista Mao Zedong proclamó en Pekín la fundación de la República Popular de China, tras derrotar a los nacionalistas en la guerra civil de cuatro años que estalló tras la Segunda Guerra Mundial. Las tropas nacionalistas del Kuomintang, encabezadas par Chiang Kai-shek (1887-1975), se repliegan a Taiwán y el 7 de diciembre forman un gobierno, que consideran como la continuación de la República de China fundada tras la caída del Imperio en 1911.

Los nacionalistas prohíben cualquier relación con china continental. En diciembre se produce la primera de una serie de tentativas del Ejército Popular de Liberación (EPL) de China de apoderarse de los islotes de Quemoy y Matsu. Taiwán se convierte en 1950 en aliado de Estados Unidos, entonces en guerra contra China en Corea.

El 5 de octubre de 1971, China reemplaza a Taiwán en la ONU. En 1979, Estados Unidos rompe sus relaciones diplomáticas con Taiwán y reconoce a Pekín, pero el Congreso estadounidense mantiene el suministro de armas a Taiwán para su autodefensa. Estados Unidos y casi toda la comunidad internacional adoptan la política de “una sola China”, que excluye las relaciones diplomáticas con la isla de gobierno nacionalista.

Washington sigue siendo sin embargo el principal aliado de Taiwán y su primer suministrador de material militar. En 1987, Taiwán autoriza viajes a China continental para reuniones familiares y se abre así la vía a los intercambios comerciales.

En 1991, Taipéi abroga las disposiciones que instauraban el estado de guerra con China. Pero en 1995, China suspende las negociaciones de normalización para protestar contra un viaje del presidente taiwanés Lee Teng-hui a Estados Unidos. En 1996, China lanza misiles cerca de las costas taiwanesas poco antes de la primera elección presidencial por sufragio universal, el 23 de marzo en Taiwán.

El 14 de marzo de 2005, China adopta una ley antisecesión que prevé medios “no pacíficos” si Taiwán declara la independencia. En 2008, China y Taiwán reanudan el diálogo suspendido en 1995.

En 2010, firman un acuerdo marco de cooperación económica y cuatro años más tarde establecen un diálogo intergubernamental.

El 7 de noviembre de 2015, los presidentes chino y taiwanés se entrevistan en Singapur, algo inédito desde la separación de 1949. En 2016, Tsai Ing-wen, surgida de un partido favorable a la independencia, se convierte en presidenta de Taiwán.

En 2017, Donald Trump autoriza una importante venta de armas estadounidenses a Taiwán. El año siguiente, Estados Unidos adopta una ley que refuerza sus relaciones con Taiwán. En 2019, el presidente de China, Xi Jinping, afirma que no renunciará a la fuerza para recuperar Taiwán y advierte a Washington del riesgo de “jugar con fuego” tras una nueva venta de armas a la isla.

En enero de 2020, Tsai Ing-wen, reelegida, afirma que Taiwán es “un país” .En octubre, Xi Jinping pide al ejército “prepararse para la guerra”.

El 12 de abril de 2021, aviones militares chinos penetran a la zona de identificación de defensa aérea (Adiz) de Taiwán. De enero a comienzos de octubre, más de 600 aviones chinos fueron detectados en esa zona.

El 22 de octubre, el presidente estadounidense Joe Biden afirma que su país está dispuesto a defender militarmente a Taiwán en caso de ataque chino. El 27, China rechaza una propuesta estadounidense de acordar a Taiwán una “participación significativa” en la ONU.

La presidenta de Taiwán reconoce la presencia de tropas estadounidenses en territorio taiwanés. El 28 de julio, Xi le dice a Biden por teléfono que no “juegue con fuego” y advierte de las “consecuencias” que tendría una visita de Pelosi a la isla.

El 1 y 2 de agosto, las tensiones se disparan. China advierte que Estados Unidos “pagará el precio” si la legisladora pone un pie en Taiwán. La Casa Blanca insiste en que “tiene derecho de visita”. El 2 de agosto, Pelosi llega a Taiwán.

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