El enorme socavón que apareció hace casi dos semanas en el estado de Puebla, México, sigue generando mucha preocupación debido a que continúa extendiéndose, lo que aumenta la amenaza de que se termine de engullir la casa que cercana, sumado a que genera mucho susto para las poblaciones de la zona.
Si bien el pozo se originó con solo cinco metros de diámetro, en solo 24 horas pasó a los 30 metros y desde entonces no ha parado de crecer, esto desvela a los expertos ya que no logran entender la causa que lo origina. El Gobierno mexicano ha informado este jueves que han descubierto nuevas fisuras las cuales provocan que el socavón gigante alcance ya los 26 metros de diámetro con una profundidad de aproximadamente 45 metros.
Pero esto no es todo, ya que el socavón también provocó daños estructurales y más grietas en ocho de las 12 viviendas de la localidad Santa María Zacatapec, según indicó este miércoles Ana Lucía Hill, la secretaria del Gobierno.
“Desde hace un par de días detectamos estas grietas. Estamos en permanente monitoreo y en conjunto con las demás dependencias estamos trabajando para que se respete el perímetro de seguridad”, señaló la mujer.
Tres hipótesis
Los expertos creen que lo más probable es que el misterioso pozo continúe creciendo, pero aún no han podido determinar qué es exactamente lo que está causando su extensión constante.
Se han llevado a cabo estudios geofísicos, geológicos e hidrológicos en el subsuelo, y sí que barajan tres hipótesis, aunque ninguna definitiva: la primera es que son causas naturales indeterminadas, la segunda es por la explotación de los mantos acuíferos y la tercera es una combinación de ambas.
En la zona se estableció un perímetro de seguridad custodiado por varios cuerpos de seguridad para evitar catástrofes, por lo que esta última noticia podría obligar a las autoridades mexicanas a ampliar la zona marcada para evitar riesgos a la población local.
Por su parte, varios medios del país se han hecho eco de las historias de varias familias que han tenido que abandonar sus hogares por ese fenómeno geológico, que ha engullido cultivos y provocado graves daños en algunas viviendas.