Según un estudio publicado esta semana en Nature Geoscience, el volumen de los glaciares ha sido mal evaluado hasta ahora y concluye que en el mundo hay un 20 por ciento menos de hielo de lo que se pensaba. El estudio se ha hecho con más de 800.000 pares de imágenes obtenidas por el satélite Sentinel de la Agencia Espacial Europea (ESA) y el Landsat de la NASA y analizadas por investigadores del CNRS francés, la Université Grenoble Alpes (Francia), y el Dartmouth College (EEUU). En total, los científicos han medido la velocidad y profundidad de más de 250.000 glaciares de montaña de todo el mundo, el 98 por ciento del total.
Sus investigaciones sugieren que las reservas de agua glacial en las cuencas hidrográficas del Himalaya, del Indo y el Chenab son un 37% mayores de lo estimado en estudios previos, aunque se están derritiendo rápidamente, advierten los autores. Por el contrario, el agua retenida en los glaciares andinos, de los que dependen más de cuatro millones de personas, podría ser hasta un 23% menor de lo previsto. Además de las implicaciones directas para millones de personas, el estudio también modifica las previsiones sobre el aumento del nivel del mar hechas hasta ahora.
Actualmente, se calcula que los glaciares contribuyen en un 25-30% a la subida global del nivel del mar, una amenaza que afecta a cerca del 10% de la población mundial que vive a menos de 9 metros sobre el nivel del mar. En una nueva estimación, el estudio rebaja de 33 a 25 centímetros la subida del nivel del mar causada por la contribución de todos los glaciares del mundo, salvo las dos grandes capas de hielo de Groenlandia y la Antártida, cuya contribución potencial al aumento del nivel del mar es mucho mayor, apunta el estudio.
A pesar de estos ajustes que propone el estudio, los autores advierten que sin mediciones directas sobre el terreno, la estimación de la cantidad de agua de los glaciares seguirá siendo incierta. Además, reclaman una reevaluación de la evolución de los glaciares del mundo en modelos numéricos, así como observaciones directas de los espesores de hielo en los andes tropicales y el Himalaya, que son importantes torres de agua, pero que siguen estando poco documentadas.