Según informaron los servicios de inteligencia de Corea del Sur en las últimas horas, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, estaría organizando un viaje para reunirse con su homólogo norcoreano en los próximos días, luego de 24 años en que el mandatario ruso no visita el país.
Mientras continúa la Cumbre del G7 en Italia y los aliados de la OTAN firman acuerdos con Ucrania para sostenerlo en la guerra con Rusia, los lazos entre Moscú y Pyongyang siguen estrechándose. Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, Vladimir Putin y Kim Jong-un se han acercado cada vez más.
Funcionarios de ambos países se han reunido en varias ocasiones. Sergei Shoigu, ex ministro de Defensa ruso, visitó el país el pasado mes de julio y Cho Son-hui, ministro de Asuntos Exteriores norcoreano, visitó Moscú en enero. La información sobre los temas abordados en las reuniones es escasa, debido a los fuertes controles de seguridad que ambos países mantienen para filtrar información a Occidente.
Inversión en información y espionaje
En septiembre, los dos jefes de Estado se reunieron en el cosmódromo de Vostochny, al este de Rusia. Kim Jong-un había conseguido la ayuda de Moscú para desarrollar su programa de satélites espía. Desde entonces, Estados Unidos acusa a Pyongyang de suministrar misiles y municiones a Rusia para alimentar su guerra en Ucrania.
Las cuestiones militares también podrían estar en el centro de esta próxima reunión. Los observadores advierten de que Kim y Putin podrían acordar un tratado militar para reforzar su cooperación en este ámbito. Hasta su colapso, la Unión Soviética había firmado un tratado de defensa mutua con el régimen norcoreano de ese entonces, lo que ahora podría volver a ocurrir bajo circunstancias aún más complejas.