Luigi Mangione es el joven de 26 años que fue detenido este lunes en un McDonald’s de Pensilvania tras ser identificado como el principal sospechoso del asesinato de Brian Thompson, director ejecutivo de la aseguradora médica UnitedHealthcare, ocurrido el 4 de diciembre pasado afuera de un hotel, en pleno centro de Nueva York. El crimen conmocionó a Estados Unidos por sus implicancias y la simbología que rodeó al acto.
“Estos parásitos se lo merecían”: el manifiesto de Luigi Mangione
Mangione, capturado luego de seis días de búsqueda, portaba una pistola fantasma con silenciador, un cargador cargado y varios documentos falsos al momento de su arresto. Además, llevaba consigo un manifiesto que reflejaba un profundo descontento hacia las corporaciones estadounidenses.
El manifiesto, que según fuentes policiales constaba de tres páginas escritas a mano, incluía frases contundentes como: “Estos parásitos se lo merecían” y “Pido disculpas por cualquier conflicto y trauma, pero tenía que hacerse”.
En el texto, Mangione asumía la responsabilidad del asesinato y criticaba con dureza a las empresas que, en sus palabras, “abusan del público estadounidense para obtener enormes ganancias”. También enfatizó que actuó en solitario: “Para ahorrarles una larga investigación, declaro claramente que no estaba trabajando con nadie”.
En la escena del crimen, se hallaron casquillos de bala con las palabras “delay” (retrasar), “defend” (defender) y “depose” (destituir), posiblemente en alusión a las prácticas controversiales de las aseguradoras para negar o retrasar pagos de reclamaciones.
Qué le pasó a Luigi Mangione: un dolor crónico que marcó su vida
La historia de Luigi Mangione, más allá de este hecho violento, está atravesada por un padecimiento físico que impactó profundamente en su vida. Desde hacía años, sufría un dolor de espalda severo causado por una vértebra desalineada que comprimía un nervio, lo que dificultaba actividades básicas y afectaba sus relaciones personales.
En 2022, Mangione se sometió a una cirugía para corregir este problema, un procedimiento que dejó su columna con tornillos y placas visibles en radiografías que compartió con personas cercanas.
Durante seis meses en 2022, Mangione vivió en Surfbreak, un espacio de convivencia en Hawái. Según relatos de compañeros, era una persona compasiva y considerada, pero su dolor crónico limitaba su participación en actividades como el surf y la escalada. “A veces le iba bien y otras no”, señaló RJ Martin, fundador del lugar, en diálogo con The New York Times.
Martin también recordó cómo Mangione le confesó que el dolor hacía imposible mantener una relación de pareja. “Me lo dijo con una sinceridad que partía el corazón”, agregó.
El contacto entre Mangione y Martin continuó después de su estadía en Surfbreak, aunque se fue espaciando hasta desaparecer a mediados de 2023. “Sabía que se había sometido a la cirugía y me envió radiografías. Era un procedimiento invasivo, con tornillos enormes en su columna. Pero luego dejó de responder”, detalló Martin.
Un perfil contradictorio
Amigos y conocidos describen a Mangione como alguien con un potencial brillante. Graduado en informática por la Universidad de Pensilvania, participó en proyectos destacados y tenía una trayectoria profesional envidiable. Sin embargo, su dolor físico, su progresivo aislamiento y su manifiesto dejan entrever una compleja mezcla de frustración personal y rechazo hacia el sistema.
La detención de Mangione abre muchas preguntas sobre su motivación y el impacto que su estado físico y emocional pudieron tener en este trágico desenlace. Por ahora, la investigación sigue en curso, con el manifiesto y los detalles de su vida como piezas clave para entender qué lo llevó a cometer un acto tan extremo.