La pandemia por el coronavirus y las sucesivas medidas sanitarias supusieron profundos cambios en la vida cotidiana de millones de personas, al punto que muchos proyectos personales quedaron truncos a la espera de mejores condiciones.
Uno de estos casos era el de la boda de Roma Popat y Vinal Patel, dos jóvenes oriundos de Essex, en Inglaterra, que temían no poder casarse debido a que las restricciones sanitarias impiden reuniones de más de 15 personas y ellos tenían una lista de invitados que llegaba a las 250.
No obstante, los novios no se desanimaron y acudieron a la faceta más creativa para solucionar el dilema: decidieron casarse a toda costa y para eso organizaron una fiesta en la que los invitados debían ir en auto. La explicación a este pedido radica en que los asistentes permanecieron en sus vehículos durante las 4 horas que duró el evento hindú y siguieron todo a través de una pantalla gigante, como si fuera un autocine.
En tanto Roma y Vinal recorrieron el campo donde estaban estacionados quienes acudieron al evento a bordo de un carrito de golf, mientras saludaban a lo lejos a familiares y amigos. A su vez los presentes recibieron la comida a través de personas que se acercaron hasta los autos con bandejas para repartir el menú.
La celebración fue transmitida en vivo a distintas partes del mundo y cerca de 300 personas pudieron disfrutar de lo que se considera la primera boda ‘drive-in’.