Luego de varias semanas, reapareció Alina Kabaeva, la gimnasta rusa ahora de 38 años que desde hace años mantiene de forma extraoficial una relación amorosa con Vladimir Putin, con quien tiene dos hijas. La mujer se escondió cuando comenzó el conflicto con Ucrania y no se sabía con certeza donde estaba.
Las idas y venidas de Kabaeva son todo un misterio y siempre trata de pasar desapercibida. Cuando comenzó el ataque de Rusia a Ucrania, la deportista desapareció de la vida pública.
Fue entonces que comenzaron los rumores de que se escondía en un chalet privado en Suiza, país en el que hubo una gran movilización popular para que la expulsaran del país, luego se dijo que estaba en un búnker nuclear siberiano.
Pero lo cierto es que la mujer reapareció en un ensayo de gimnasia rítmica junior en el VTB Arena de Moscú días atrás, antes del Festival Alina, un evento benéfico programado para el sábado.
Además de su sorprendente presencia en Moscú, los medios internacionales destacaron su cambio de aspecto y los expertos en retoques estéticos han especulado que podría haber usado bótox y rellenos faciales, de forma que ahora cuesta reconocerla y se pone en dudas si realmente es ella.
Su vida de lujo y comodidades la llevó, por ejemplo, a las playas de Marbella, donde en 2008 pudo ser fotografiada por los paparazzis mientras tomaba el sol y disfrutaba de la playa como una turista más. Junto a Putin tienen dos hijas, pero jamás formalizaron una relación, al menos ante la sociedad, por eso en la prensa rusa se la apoda como la “amante” del presidente.