El nuevo primer ministro conservador británico, Rishi Sunak, señaló que la prioridad de su Gobierno será “la estabilidad económica” y devolver “la confianza” en el Reino Unido y advirtió de que se avecinan “tiempos difíciles”.
Sunak se dirigió a la Nación desde las puertas de su residencia oficial, en el número 10 de Downing Street, después de recibir el encargo de formar un Ejecutivo del rey Carlos III, que previamente aceptó la dimisión de la primera ministra saliente, Liz Truss, en el palacio de Buckingham.
El dirigente, de 42 años y el primer hindú en ocupar el cargo, hereda un Partido Conservador dividido, la economía al borde de la recesión y el conflicto con la Unión Europea por el protocolo de Irlanda del Norte del Brexit. Sunak declaró que el Gobierno de Truss “cometió errores” y sostuvo que él ha sido elegido por su partido “para arreglarlos”, una labor que empieza “de inmediato”.
El plan de Truss, con recortes de impuestos, obligó a finales de septiembre al Banco de Inglaterra a intervenir al realizar compras de bonos a largo plazo para frenar la caída de la libra. Estaba previsto que el actual titular de Economía, Jeremy Hunt, detallara el plan fiscal el próximo lunes en el Parlamento, después de que el anterior programa económico de la exprimera ministra Liz Truss provocase turbulencias en los mercados y forzase su renuncia. Por este motivo, se retrasó hasta el 17 de noviembre la presentación del nuevo plan, que pretenden estabilice los mercados después de varias semanas de crisis.
Sunak inició su mandato con un país sumido en una crisis por una inflación interanual en ascenso (el 10,1 %), tipos de interés cada vez más altos (2,25 %) y una deuda acumulada que ha trepado al 98 % del producto bruto interno (PBI) del país.