Las autoridades localizaron el cuerpo de una niña de tres años que murió en el derrumbe ocurrido la semana pasada en un cerro de un suburbio de la Ciudad de México donde aún se mantiene la búsqueda de otros dos desaparecidos que son integrantes de una familia.
Mía Mayrín Mendoza Campos, de tres años, fue rescatada sin vida en la zona del derrumbe ocurrido el 10 de septiembre en el Cerro del Chiquihuite del municipio de Tlalnepantla, en el Estado de México, donde al menos cuatro viviendas quedaron cubiertas por enormes rocas, anunció la noche del martes la Fiscalía General del estado.
El cadáver fue reconocido por sus familiares en el Servicio Médico Forense de la Fiscalía General del estado de México. Con la localización del cuerpo de la menor subieron a dos los fallecidos que dejó el derrumbe. Las autoridades rescataron el fin de semana el cadáver de la estudiante universitaria Mariana Martínez.
Jorge Armando Mendoza López se encontraba trabajando cuando ocurrió el deslave que tapó la vivienda donde vivía junto a su esposa Paola, su hijo Jorge de 5 años y Mía Mayrín de 3 años. La esposa y el hijo mayor de Mendoza López aún no han sido encontrados. ”Me siento fatal, devastado. Lo único que quiero es que me los entreguen, a mi esposa y a mis dos hijos, ya es lo único que pido, no pido más”, expresó Mendoza López al diario local El Universal.
Mientras los cuerpos de rescate se concentraban en buscar sobrevivientes las autoridades se enfocaron en agilizar la evacuación de al menos 80 viviendas de la zona para poder continuar con los trabajos de estabilización del terreno y evaluar después cuándo podría entrar la maquinaria pesada.
Protección Civil de Tlalnepantla exhortó la víspera a los habitantes de la zona aledaña al Cerro del Chiquihuite para evitar el uso de pirotecnia ya que eso entorpece los trabajos de búsqueda y remoción de escombros.
El derrumbe en Tlalnepantla tuvo lugar días después de unas intensas lluvias que azotaron el centro de México y un sismo de magnitud 7,0 que se registró el 7 de septiembre en la ciudad turística de Acapulco que remeció inmuebles a unos 320 kilómetros de distancia hasta la capital del país.
El gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, afirmó que las lluvias y el temblor posiblemente contribuyeron al desprendimiento de las rocas en el cerro.