En junio de 2016, Lane Thomas Graves, un niño de apenas 2 años murió luego de ser atacado por un caimán en las propiedades de Disney, fue entonces que la famosa empresa decidió instalar un muro y colocar señales de advertencia para que los transeúntes estuvieran alertas de la existencia de reptiles a lo largo de las vías fluviales de sus complejos turísticos.
Ahora, 5 años después, funcionarios de la vida silvestre de Florida, Estados Unidos, decidieron retirar los 250 caimanes que actualmente viven en las propiedades de Disney después de cinco años desde que un caimán mató al niño de 2 años en el Grand Floridian Resort and Spa, según informó el periódico Orlando Sentinel.
Para retirar los animales se solicitó la ayuda de tramperos, que fueron contratados a través de la Comisión de Conservación de Vida Silvestre y Pesca de Florida para eliminar a los caimanes.
La mayoría de estos reptiles son robados de las propiedades de Disney para ser sacrificados y vendidos por su piel y su carne en el mercado negro, según dijo Tammy Sapp, portavoz de la agencia de vida silvestre a la prensa local.
Sin embargo, también hay otros que son transferidos a granjas de caimanes, exhibiciones de animales y zoológicos, indicó Sapp. En tanto a los de menos de 4 pies, es decir los que miden 1,2 metros, son reubicados.
Caza y reubicación
Los tramperos encargados de cazar a estos reptiles reciben 30 dólares por cada cocodrilo capturado, más las ganancias de cualquier cuero y carne vendidos, informó el periódico.
Luego que Lane Thomas Graves murió, tras ser atacado por un caimán en junio de 2016, Disney instaló un muro y colocó señales de advertencia de reptiles. Ahora los visitantes han expresado su alegría y aseguran estar están contentos de que el complejo esté eliminando los caimanes de sus propiedades de manera proactiva.
Un experto en biología estuvo de acuerdo y agregó que las remociones deberían tener un impacto mínimo en la población de caimanes de Florida. Mientras que por su parte, Gina Parsley, propietaria de una agencia de viajes, dijo al Sentinel que su familia se hospedó en el Fort Wilderness Resort de Disney el mes pasado y que su hija Gabriella, de 9 años vio un caimán en el agua. Por lo que se lo notificaron a un empleado del lugar y luego les dijeron que ya habían colocado trampas para atraparlo.
“No sentimos que fuera una sorpresa para ellos”, dijo Parsley. “Me habría preocupado más si mi hija les hubiera llamado la atención y hubieran dicho, ‘Oh, Dios mío, ¿dónde?’”.
Parsley dijo además que entiende lo difícil que es mantener la propiedad libre de caimanes.
“Vemos vecindarios donde un cocodrilo simplemente se pasea por el césped de alguien y toca el timbre”, dijo. “Es Florida, ellos hacen eso. Entonces, definitivamente hay una lucha contra la naturaleza con eso”, agregó.
Los caimanes de Florida
Según informó el periódico, la población de caimanes de Florida es de aproximadamente 1,3 millones. Pero para ser considerado una molestia dentro del Programa Estatal de Caimanes Molestos, un caimán debe medir al menos 4 pies (1,2 metros) de largo y representar una amenaza para las personas, las mascotas y la propiedad.
En los últimos 5 años la agencia de vida silvestre ha eliminado cerca de 8.000 caimanes anualmente, en todo el estado de Florida.
“Retirar los molestos cocodrilos de Disney no tiene mucho impacto en la población, pues ya viven en terrenos urbanizados allí”, aseguró Deby Cassill, presidente asociado del campus de biología integrativa de la Universidad del Sur de Florida, al diario Sentinel. Y agregó: “Ya se ha visto comprometida por el desarrollo”.
Por otra parte, Sapp dijo que ha habido tres ataques fatales de caimanes desde 2016 en Florida y no se han reportado incidentes de mordeduras en Disney, desde la muerte del pequeño Lane.
Cassill dijo que el ataque que mató al niño ocurrió durante la temporada de apareamiento de los caimanes y que a medida que las aguas se calientan, los machos buscan hembras, mientras que ellas buscan alimento. Por lo que dijo que era prudente que Disney colocara barreras en la propiedad y desplazara a los reptiles.
“No veo ningún daño en eliminar y sacrificar a algunos de los caimanes que están en posición de hacer lo que normalmente hacen y es encontrar comida”, aseguró Cassill. “Queremos mantenerlos alejados de niños y mascotas tanto como sea posible”, refutó.