El pasado 27 de octubre, en el primer día de audiencia del Tribunal de Apelaciones del Reino Unido, Julian Assange sufrió un derrame cerebral, según trascendió este sábado. Según su prometida Stella Moris, el problema de salud se dio en el primer día para revisar su extradición a Estados Unidos, donde se le acusa de espionaje y alta traición por desvelar documentos clasificados. Se expone a una posible condena de hasta 175 años de prisión.
La información también se dio a través de las redes sociales tanto WikiLeaks, la plataforma igualmente publicó numerosos documentos secretos, informó La Vanguardia. En su denuncia, Moris señala que desde entonces, se ha sometido a una resonancia magnética y recibe medicación para tratarse por las graves lesiones que le han provocado su estancia en prisión.
El pasado viernes, el tribunal finalmente falló a favor de la extradición, si bien Assange tiene aún la posibilidad de apelar este fallo. Como último recurso, el activista también podría recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Assange consiguió en enero que el mismo tribunal británico considerase que no se le podía extraditar dada su salud mental y el peligro de que se suicidase en una prisión estadounidense. Pero Washington respondió ofreciendo garantías de atención médica adecuada y máxima seguridad.
Por su parte, la Administración de Washington se comprometió a aceptar la petición del equipo jurídico de Assange de, en caso de ser condenado, pueda cumplir su pena de prisión en una cárcel de Australia, su país natal.