Según trascendió hoy, la Policía brasileña halló muertos a los cuatro supuestos traficantes sospechosos de haber participado en la ejecución a tiros de tres médicos en Río de Janeiro el jueves. Los agentes localizaron durante la madrugada los cadáveres en el interior de dos vehículos que se encontraban en dos puntos diferentes de la ciudad.
El hallazgo fue realizado por la Policía Civil de Río de Janeiro. La novedad confirmaría la teoría de que el crimen ocurrió en el marco de una guerra de bandas en la zona y que los médicos habrían sido asesinados por una confusión.
Según el reporte de O Globo, uno de los cuerpos fue identificado como Philip Motta Pereira, conocido como “Lesk”, sospechoso de haber sido uno de los responsables de iniciar una guerra entre traficantes y paramilitares.
GUERRA POR CONTROLAR EL TERRITORIO
Según las investigaciones de la policía, el conflicto se debe al control de actividades ilegales en nueve comunidades de la Zona Oeste de Río de Janeiro, que incluye al barrio turístico Barra de Tijuca.
Lesk, de acuerdo a lo informado O Globo, estaba implicado en diferentes casos que se tramitan en el Tribunal de Justicia de Río, tanto como miembro de un grupo paramilitar como de una facción del tráfico de drogas. Además, estaba prófugo de la justicia desde septiembre de 2019, cuando se emitió una orden de arresto preventivo por asociación para el tráfico.
CASTIGO POR MUERTE
En esta línea, la prensa brasileña sostiene que además de Lesk, también se identificó a Ryan Soares de Almeida. La policía sospecha que fueron asesinados por su propia facción después de haber matado a los médicos por error.
Según fuentes oficiales citadas por medios locales, y bajo esta sospecha, se estima que los líderes de la banda a la que pertenecían los pistoleros los ejecutaron con la intención de evitar un hostigamiento de las autoridades en su búsqueda por esclarecer el suceso.
En ese marco, la principal línea de investigación de la policía apunta a que el ortopedista Perseu Ribeiro Almeidaa fue confundido con Taillon de Alcântara Pereira Barbosa, miembro de una banda de criminales. Otros dos sospechosos fallecidos aún no han sido identificados por la Delegación de Homicidios todavía, dice O Globo.
LOS HECHOS
Todo ocurrió la madrugada del jueves en un puesto de playa situado en la orla de Barra Tijuca, en la zona oeste de Río. El hecho provocó el rechazo de numerosos dirigentes políticos de todo el arco ideológico, entre ellos del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Por lo visto en las imágenes de las cámaras de seguridad, un grupo de pistoleros se bajó de un vehículo blanco, fue hasta la mesa donde se encontraban los médicos y efectuó decenas de disparos contra ellos.
TRES MUERTOS Y UN HERIDO
Una de las víctimas mortales es Diego Ralf Bomfim, hermano de la diputada federal Sâmia Bomfim y cuñado del también diputado Glauber Braga, ambos militantes del Partido Socialismo y Libertad (PSOL, izquierda). La presencia del pariente de los dos parlamentarios levantó en un principio las sospechas de un posible crimen político, tesis sugerida por el propio ministro de Justicia, Flávio Dino.
Aun así, prevaleció la hipótesis de los investigadores que creen que los pistoleros confundieron a uno de los médicos con un cabecilla paramilitar. El crimen, calificado de “bárbaro”, causó un gran impacto en un ciudad acostumbrada a lidiar con altos índices de violencia.
Por otra parte, el mundo de la política expresó su condena unánime y llenó las redes sociales de mensajes de condolencias hacia los disputados Sâmia Bomfim y su pareja Glauber Braga.