El gobierno ruso consideró este miércoles que la posible entrega de misiles de largo alcance a Ucrania por parte de Estados Unidos “no cambiará” la situación actual de la guerra y aseguró que Rusia continuará su ofensiva a toda costa.
El suministro de misiles con un alcance de 150 km conduciría “a un aumento de las tensiones, a una escalada (del conflicto). Significaría esfuerzos adicionales para nosotros, pero no cambiará el curso de los acontecimientos, la Operación Especial Militar (OEM) continuará”, dijo a la prensa el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov.
Peskov también dijo a los periodistas que el presidente ruso, Vladimir Putin, no tenía previsto mantener conversaciones con el presidente de EE.UU., Joe Biden, dado que es el gobierno que más está trabajando para prolongar el conflicto mediante la entrega permanente de armamento y la presión sobre los aliados para que suministren a Zelenski con armas.
Se espera que el paquete de ayuda militar por valor de 2.200 millones de dólares, incluya por primera vez cohetes de largo alcance. Dichos cohetes permitirían a Ucrania atacar todo el territorio controlado por Rusia y así cumplir con su objetivo de recuperar su territorio por la fuerza, incluida la anexionada Crimea donde la mayoría de la población es prorrusa.