Luego de que expirara la prórroga del acuerdo de granos que permitía la exportación de los mismos a través de 3 puertos ucranianos, Rusia atacó con drones el ubicado en Odesa, dañando en gran medida la infraestructura portuaria según indicaron fuentes locales en las últimas horas.
Este ataque es en respuesta a las amenazas de Turquía de sacar los granos “con o sin el consentimiento de Rusia” emitidas por el portavoz del ministerio de relaciones exteriores de dicho país en el último fin de semana, posteriormente a la venia de su presidente, Recep Erdogan, para que Suecia ingrese a la OTAN. Según los expertos, destruir uno de los 3 puertos por los que Turquía y Ucrania sacarían los granos es una señal de advertencia que podría derivar en una escalada aún mayor.
El ingreso de Suecia complica la organización de la defensa rusa en territorios como Siria, donde el PKK que apoya Suecia tiene ramas terroristas que son combatidas hace años también por Turquía. Además, con la incorporación del país a la Alianza, se cierra un cerco “de fuego” alrededor del territorio ruso, anticipando o preparando una guerra total entre todos los países contra el Kremlin.
Los giros inesperados en la relación entre Estambul y Moscú por causa de las recientes decisiones de Erdogan han encendido todas las alarmas del gobierno ruso, que contaba con la articulación turca para saltear las sanciones occidentales y así poder continuar comercializando sus productos en la región asiática. Estas nuevas dificultades también alarman a toda la región, incuyendo la eurozona, ya que Rusia es un gran proveedor de energía y de insumos agrícolas, con lo que la crisis económica podría profundizarse aún más.
La respuesta del Kremlin a las amenazas de la OTAN también se relacionan con un reciente nuevo ataque al puente de Crimea, en el que el ejército ucraniano envió drones submarinos que detonaron una parte del mismo, asesinando a una pareja que salía de vacaciones con su hija de 14 años, que se encuentra en grave estado luego de que el auto en el que se trasladaban explotara.
La contrafensiva de Ucrania, que está costando fortunas a todos los miembros proveedores de armamento, no ha dado resultados más allá de este tipo de ataques a infraestructura civil, irrelevante a los fines de recuperar los territorios que, según su presidente, Volodimir Zelenski, sería el objetivo de su ejército.