Las acusaciones cruzadas entre Rusia y Ucrania sobre los bombardeos a la central nuclear de Zaporiyia se han convertido en el nuevo foco de tensión en la actual guerra entre estos dos países. Es así como este jueves Rusia declaró que el funcionamiento de la planta nuclear más grande de Europa, bajo control ruso, puede ser suspendido si no cesan los ataques de los que Moscú culpa a las fuerzas de Kiev.
“En caso del desarrollo negativo de la situación relacionada con el bombardeo de la central nuclear por parte de Ucrania, se puede estudiar poner los reactores 5 y 6 en reserva en frío, lo que conducirá al cierre de la central nuclear de Zaporiyia”, dijo Ígor Kirillov, comandante de las tropas de Defensa Nuclear, Biológica y Química de Rusia.
Según Kirillov, la planta nuclear “sufre ataques sistemáticos de las fuerzas armadas de Ucrania desde el 18 de julio”. A lo que agrega que Ucrania y EE.UU. tratan de causar una avería en la planta atómica para impedir su explotación normal y acusar de ello a Rusia.
Las “provocaciones” de Kiev buscan, además, crear una zona de exclusión de hasta 30 kilómetros en torno a la central, la introducción de fuerzas internacionales y observadores extranjeros en el territorio de la planta, así como la acusación de las Fuerzas Armadas de Rusia de terrorismo nuclear, señalo Kirillov recientemente.
Horas antes, Rusia ya había denunciado que las autoridades ucranianas preparan una “provocación sonada” en la central de Zaporiyia durante la visita a Ucrania del secretario general de la ONU, António Guterres, para montar una escena en la que se puedan ver los daños, pero no quién los ejecuta.
El gobierno de la Federación rusa, a través del canciller Lavrov sobre todo, viene denunciando desde el comienzo del conflicto que se preparan situaciones en las que las tropas de Ucrania, junto a los aliados de la OTAN, realizan ataques a posiciones civiles o puntos estratégicos para luego acusar al Kremlin de las hostilidades. El conflicto en la planta nuclear tiene en vilo a toda Europa, ya que si dejara de funcionar, en medio de la crisis energética provocada por las sanciones impuestas a Rusia, empeoraría gravemente la situación a pocos meses del comienzo del invierno.