El portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, el general de brigada Igor Konashenkov, anunció que el Ejército ruso destruyó más de 100 cohetes del Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS) que Estados Unidos envió a Ucrania.
Durante una rueda de prensa en Moscú, Konashenkov informó que los cohetes fueron destruidos como consecuencia de un ataque aéreo de la Fuerza Aeroespacial de Rusia a un “depósito de municiones cerca de la localidad de Lubimivka, en la región de Dnipró, el 24 de julio”. En el ataque, junto con los cohetes “unos 120 soldados que custodiaban las instalaciones militares, así como mercenarios extranjeros y expertos técnicos,” también “fueron neutralizados”, según Konashenkov.
Así mismo, las fuerzas rusas atacaron el centro donde se encontraban desplegadas temporalmente la 28 Brigada Mecanizada y la 79 Brigada de Asalto Aéreo de las Fuerzas Armadas de Ucrania, en la ciudad de Mikolaiv, con armas de “alta precisión”. Konashenkov afirmó que, en el ataque, unos 200 soldados murieron y más de 20 de equipos militares fueron destruidos, mientras que en la región de Artiomovsk, la 10 Brigada de Montaña del Ejército ucraniano fue completamente destruida.
Detalló que, en las últimas 24 horas, cuatro centros de gestión del Ejército ucraniano, ocho depósitos de municiones, varios equipos militares, varios lanzacohetes multiples Uragan y Grad y baterías de obuses Giatsint-B fueron destruidos. Además, Konashenkov señaló que un helicóptero Mi-8 y nueve aeronaves no tripulas de la Fuerza Aérea de Ucrania fueron derribadas en la localidad de Bilozirka, en la región de Mikolayiv.
”Hasta ahora, 260 aviones, 145 helicópteros, 1.622 aeronaves no tripuladas, 358 sistemas de defensa antiaérea, 4.167 tanques y vehículos blindados, 763 lanzacohetes múltiples, 3.203 obuses y morteros, 4.494 vehículos militares pertenecientes a Ucrania han sido destruidos”, aseguró Konashenkov.