El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia anunció este martes que inició los procedimientos necesarios para retirarse del Consejo de Europa ante el creciente aislamiento internacional de Rusia por su guerra contra Ucrania. En un comunicado, el Ministerio informó que la notificación formal, firmada por el ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, fue entregada a la secretaria general del Consejo, Marija Pejcinovic Buris.
El Ministerio acusó a la Unión Europea (UE) y a la OTAN de abusar de su dominio en la organización y de convertirla en una herramienta contra Rusia, así como de abstenerse a realizar un diálogo igualitario y de todos los principios que se establecieron en la fundación del Consejo de Europa. Según el Ministerio, el Consejo discriminó a Moscú al prohibir que Rusia trabaje en sus órganos estatutarios. ”Toda la responsabilidad por la destrucción del espacio humanitario y jurídico común en el continente, por las consecuencias para el propio Consejo de Europa, que sin Rusia perderá sus coordenadas paneuropeas, recaerá en quienes nos obligan a dar este paso”, dijo el Ministerio. El Ministerio recordó que, en un principio, el Consejo se posicionó como una “estructura despolitizada diseñada para convertirse en el apoyo humanitario y legal de la ‘Gran Europa’, desde Lisboa hasta Vladivostok”.
Sin embargo, esta posición fue traicionada cuando los países de la UE y de la OTAN comenzaron a usar la organización para presionar a Rusia e interferir en sus asuntos internos, agregó el Ministerio. ”Ellos ven en esta organización solo un medio de apoyo ideológico para su expansión político militar y económica hacia el este, la imposición de un ‘orden basado en reglas’ que es beneficioso para ellos y que en realidad es un juego sin reglas”, prosiguió el Ministerio. También dijo que los movimientos de Moscú para promover una “agenda unificadora” según los estatutos del Consejo “encontraron un rechazo persistente”.
”En particular, todos los intentos de llamar la atención sobre la difícil situación de las personas en Donbás, que han sido objeto de bombardeos bárbaros durante ocho años, se han topado con un muro de indiferencia”, dijo el Ministerio. El Ministerio aseguró que no se arrepiente de haberse retirado del Consejo, que describió como una estructura “de imposición agresiva perteneciente a un enfoque neoliberal de los derechos humanos”. De acuerdo con el Ministerio, su retirada del Consejo no afectará a los derechos humanos y las libertades en Rusia e indicó que estos están protegidos por la Constitución del país.
También prometió cumplir las decisiones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos “si no contradicen” la Constitución rusa, subrayando que Moscú sigue siendo participante de los acuerdos internacionales firmados bajo los auspicios de la ONU. ”Saliendo del Consejo de Europa, Rusia permanece abierta a la interacción pragmática y equitativa con sus miembros en temas de interés mutuo y en el marco de aquellas convenciones en las que decidamos seguir participando”, sentenció el Ministerio.