Vladímir Putin, advirtió hoy a su par finlandés, Sauli Niinistö, que las relaciones entre ambos vecinos podrían verse “afectadas negativamente” si Finlandia sigue adelante con los planes de solicitar su ingreso en la OTAN. Aseguró que “es un error” ponerle fin a su política de neutralidad. El diálogo ocurrió el mismo día en que Rusia suspendió el suministro de electricidad a Finlandia. Suecia también solicitaría el ingreso a la organización, y de ser así Ambos países escandinavos podrían ingresar oficialmente en la cumbre pautada para junio en Madrid.
”Putin subrayó que el fin de la política tradicional de la neutralidad militar sería un error, ya que no hay ninguna amenaza para la seguridad de Finlandia”, informó el Kremlin en un comunicado sobre la conversación telefónica entre ambos líderes.
El texto subrayó que ese cambio en la política exterior “puede influir negativamente en las relaciones ruso-finlandesas, que durante muchos años se caracterizaron por un espíritu de buena vecindad y cooperación entre socios, y tuvieron un cariz mutuamente beneficioso”. Putin respondió en estos términos en la conversación telefónica mantenida con Niinisto, en la que el mandatario finlandés le comunicó formalmente su decisión de solicitar la adhesión en la alianza militar, algo que podría oficializarse mañana.
De acuerdo al Kremlin, la conversación fue “franca” y se caracterizó por el “intercambio de francos puntos de vista”, consignó la agencia de noticias Europa Press. ”En particular, Putin compartió su visión del proceso negociador entre las delegaciones rusa y ucraniana, que quedó prácticamente congelado por Kiev, que no muestra interés en un diálogo serio y constructivo”, señaló el comunicado.
El diálogo ocurrió el mismo día en que Rusia suspendió el suministro de electricidad a Finlandia. La empresa responsable de la importación, RAO Nordic, con 100% de su capital ruso, había anunciado ayer que el suministro iba a suspenderse debido a impagos, aunque no se dieron detalles sobre si esto tiene relación con las sanciones europeas contra Rusia desde la invasión de Ucrania.
Las exportaciones hacia Finlandia “equivalen a cero actualmente. Es el caso desde medianoche (18 horas del viernes de la Argentina), como se había anunciado”, dijo a la agencia de noticias AFP Timo Kaukonen, responsable de las operaciones de Fingrid, el operador finlandés.
La red funciona gracias a las importaciones de Suecia, según las informaciones en tiempo real de Fingrid, que anunció ayer que podía perfectamente prescindir de la electricidad rusa. Finlandia, que comparte cerca de 1.300 kilómetros de frontera con Rusia, importa de su vecino un 10% de la electricidad que necesita.
El anuncio del fin de suministro eléctrico a Finlandia coincide con un aumento de la tensión entre los dos países debido a la voluntad de la nación nórdica de presentar su candidatura a la OTAN. ”Ser miembro de la OTAN reforzaría la seguridad de Finlandia. Como miembro, Finlandia reforzaría también a la Alianza en su conjunto”, dijeron el jueves en un comunicado el presidente Niinisto y la primera ministra Sanna Marin.
Sin expresar una recomendación formal, un informe elaborado por el Gobierno sueco con todos los partidos en el Parlamento se pronunció ayer a favor de sumarse también a la alianza militar. Aunque el Kremlin amenazó a Finlandia y Suecia con “consecuencias” en caso de adhesión, el reporte considera muy improbable un ataque armado, pero reconoce que “no se pueden descartar” las “provocaciones” y las “represalias” rusas.
Ambos países escandinavos podrían ingresar oficialmente a la OTAN en la cumbre pautada para junio en Madrid, aunque para eso necesitan el voto unánime de los países miembros, algo que Turquía dejó entrever ayer que no ocurrirá. ”Seguimos actualmente la evolución de Suecia y Finlandia, pero no tenemos una opinión positiva. Los países escandinavos son como una casa de huéspedes para organizaciones terroristas”, dijo el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en referencia al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado como grupo “terrorista” por su país, la Unión Europea y Estados Unidos.
Por el contrario, el ingreso de las dos naciones nórdicas fue respaldado por el presidente estadounidense, Joe Biden, su par francés, Emmanuel Macron, y el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, quien dijo estar listo para recibirlas “con los brazos abiertos”.