Las autoridades regionales de Lugansk han informado este lunes de la caída bajo control ruso de Kreminna, la ciudad donde este lunes se inició la gran ofensiva de Rusia en el este de Ucrania y donde habrían muerto además cuatro civiles. “Los invasores tomaron Kreminna”, ha escrito, a través de la red Telegram, el gobernador regional, Serhiy Gaidai. En un mensaje posterior, a través de ese mismo canal, Gaidai informa de la muerte de cuatro civiles, contra cuyo vehículo “dispararon indiscrimidamente” los atacantes rusos.
La administración militar de Luhansk había informado a primera hora de este lunes del inicio de la gran ofensiva por parte de Rusia precisamente en esta ciudad del este de Ucrania. “Podemos informar que la ofensiva ya ha comenzado”, afirmó en un comunicado la administración militar regional, que añadía que se luchaba por las calles de Kreminna y que la evacuación de civiles era “imposible”. Desde el este de Ucrania se reportaron por la noche nuevos ataques rusos con misiles contra la ciudad de Kramator, así como en otras poblaciones del Donetsk, como Vugledar, Marinka y Gradiv.
La ofensiva sobre el este de Ucrania ha pasado de fase, según han informado las autoridades rusas y se confirma con los avances en la región de las últimas horas. Mariúpol sigue asediada por los rusos y allí la resistencia del ejército ucraniano se concentra en el este de la ciudad, en la factoría de Azovstal. El futuro de estas fuerzas, a las que Rusia ha pedido rendirse con la amenaza de ser aniquiladas, se decidirá en estos días.
Según el Instituto de Estudios para la Guerra, los rusos han publicado imágenes del puerto de la ciudad, lo que confirma su captura, así como desde otras zonas clave en el suroeste. Según su análisis, la captura de la fábrica de Azovstal es cuestión de días, sobre todo si Rusia utiliza su “abrumadora potencia de fuego”.