Rusia se reserva el derecho a usar armas nucleares en caso de una agresión, afirmó ayer el presidente ruso, Vladimir Putin. Tales condiciones incluyen “cuando el enemigo, usando armas convencionales, represente una amenaza crítica” para la soberanía de Rusia, consignó el líder del Kremlin en una reunión del Consejo de Seguridad sobre disuasión nuclear.
Durante el encuentro, Putin pidió actualizar las bases de la política de Estado de Rusia sobre disuasión nuclear y agregó que esta debe adaptarse a la realidad actual. Además agregó que Rusia considerará la posibilidad de usar armas nucleares al recibir información confiable sobre el lanzamiento masivo de armas de ataque aeroespacial, incluyendo aviones estratégicos o tácticos, misiles de crucero, drones y aviones hipersónicos y de otro tipo, a través de la frontera de ese país. Sus dichos podrían interpretarse como una amenaza de utilizar armas nucleares en la guerra en Ucrania.
Putin sostuvo que todas las aclaraciones sobre la actual política de disuasión son cuidadosamente calibradas y proporcionales a las amenazas y riesgos militares modernos contra Rusia, y que el país ha adoptado un enfoque “sumamente responsable” para el uso de las fuerzas nucleares.
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, los Estados con armas nucleares han adoptado una política de disuasión, que se basa en la idea de que si los países en guerra lanzaran ataques nucleares importantes, conducirían a una destrucción mutua asegurada.
En junio, Putin lanzó una advertencia a los países europeos que apoyan a Ucrania, diciendo que Rusia tenía “muchas más [armas nucleares tácticas] que las que hay en el continente europeo, incluso si Estados Unidos trae las suyas”.