Desde ayer, los asentamientos de Loskutivka y Rai-Oleksandrivka en esa región, que junto con Donetsk forman el Donbás, “han sido ocupados por el enemigo”, anunció este jueves en su página de Facebook el jefe de la Administración Militar Regional de Ucrania, Serhiy Haidai. “Sin embargo, continuamos disuadiendo a los rusos en Severodonetsk y (la cercana) Syrotyne, repeliendo los ataques de Zolote y Vovchoyarivka”, otros dos enclaves de la zona, según el responsable militar.
A su vez, reconoció que “los ocupantes están destruyendo las capacidades industriales en Severodonetsk”. En la última jornada tres fábricas fueron destruidas por las tropas rusas. Uno de los edificios de las instalaciones de la planta química de Azot, donde aún se refugian varios cientos de civiles y militares ucranianos, también resultó dañado en uno de los ataques enemigos.
Por otra parte, Lisichansk, otra importante población de la zona y vecina inmediata de Severodonetsk, fue bombardeada varias veces en las últimas horas, por lo que se prevé que se convierta en la próxima Mariúpol dada la relevancia estratégica que posee. Además, en las últimas 24 horas, el ejército ruso lanzó ataques aéreos en Verkhniokamianka, Severodonetsk y Syrotyne, así como ataques aéreos y con misiles en Hirske.
Los rusos han intensificado en las últimas semanas sus bombardeos sobre el Donbás, una zona prorrusa fronteriza cuyas dos regiones se han autoproclamado repúblicas independientes y Moscú las ha reconocido justo antes del comienzo de la “Operación especial militar” que lleva adelante el Kremlin sobre estas regiones de la exrepública soviética para, según han declarado tanto Putin como el canciller Lavrov, “desnazificar y desmilitarizar” a Ucrania.