Rusia y Ucrania tienen previsto concretar este jueves una segunda ronda de consultas con vistas a un eventual alto el fuego tras una semana de invasión rusa que ya provocó 1 millón de refugiados, mientras las fuerzas de Vladimir Putin continuaban con sus bombardeos a la segunda mayor ciudad ucraniana tras tomar una localidad portuaria y cercar otra.
El presidente ruso Vladimir Putin pidió “el reconocimiento de la soberanía rusa de Crimea y la desmilitarización y la ‘desnazificación’ del Estado ucraniano y la promesa de su estatuto neutro” como condiciones preliminares a una resolución del conflicto.
El recuento de Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) representa un éxodo a un ritmo sin precedentes en lo que va del siglo y equivale a más del 2% de la población de 44 millones de personas de Ucrania, dijo el organismo, que ha predicho hasta 4 millones de refugiados por la guerra, o incluso más.
La evacuación masiva podía verse claramente en la oriental Jarkóv, la segunda mayor ciudad de Ucrania, donde residentes desesperados por escapar de las bombas y los ataques de artillería desbordaban la estación central de trenes y abordaban formaciones, a veces sin saber adonde se dirigían, informó la cadena BBC.
Por la noche, varias explosiones se escucharon en Kiev, la capital, resultantes de ataques rusos.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que uno de los bombardeos destruyó un centro de transmisiones el el barrio de Lysa Hora, unos 7 kilómetros al sur de la sede del Gobierno.
Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, llamó a los ciudadanos a redoblar la resistencia, prometió que los invasores no tendrán “ni un momento de calma” y describió a los soldados rusos como “chicos confundidos que han sido usados”.
Zelenski dijo, además, que las tropas ucranianas causaron 9.000 bajas en las fuerzas rusas desde que comenzó la invasión, un fuerte contraste con los 498 muertos informados por Moscú, que efectuó por primera vez un reporte desde el inicio de la invasión el 24 de febrero.
“Somos una nación que ha roto los planes del enemigo en una semana. Planes escritos desde hace años: pérfidos, llenos de odio hacia nuestro país”, expresó el mandatario, que prometió que reconstruirá su país después de la guerra y que será Rusia quien pague el costo.
”Vamos a reconstruir cada edificio, cada calle, cada ciudad, y le decimos a Rusia: aprendan la palabra ‘reparación’”, declaró Zelenski.
Las tropas rusas que avanzan desde la península de Crimea - anexada por Moscú en 2014 - tienen ahora en la mira al puerto de Mariúpol.
Los rusos “lo único que quieren es destruirnos a todos”, se lamentó el alcalde de Mariúpol, Vadim Boishenko.
Si cae Mariúpol, Rusia podría asegurarse una continuidad territorial entre Crimea y los territorios separatistas prorrusos del Donbás (sureste).