Vulin, el ministro más prorruso del Gobierno serbio, afirmó tras reunirse con el embajador que su país es el único de Europa que no se ha sumado a las sanciones internacionales contra Moscú por la invasión de Ucrania.
El ministro dijo que su país no permitirá que “se arrebate la propiedad de los ciudadanos de Rusia”, en una aparente referencia a las sanciones que muchos países han dictado contra oligarcas rusos.
Además, acusó, sin aportar detalles ni decir dónde ha ocurrido, que en esa “histeria antirrusa” se está expulsando a niños rusos de colegios y borrando a escritores y científicos rusos de los manuales.
Vulin insistió en que Serbia no va a olvidar el apoyo que recibe de Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, en las instituciones internacionales.