En medio del sismo de 7,1 de magnitud registrado en México, los habitantes compartieron imágenes y videos en las redes sociales sobre las luces que se registraban en el cielo. Y si bien muchos decían que eran relámpagos y hasta explosiones, la explicación está bastante lejos de esas versiones.
Se trata de las llamadas “luces de terremoto”, similares a una aurora boreal, que se pueden apreciar en las inmediaciones del lugar donde se registra una actividad tectónica, aunque aparecen en menos del 0,5 % de los movimientos sísmicos.
Según el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el fenómeno lumínico se produce por el choque de las capas tectónicas, las cuales generan una carga eléctrica.
Básicamente, las ondas electromagnéticas ionizan el aire, al llegar a las nubes chocan con las cargas eléctricas y producen los destellos.
Rocas de la corteza terrestre como el basalto y el gabro tienen pequeñas imperfecciones en sus cristales. Cuando una onda sísmica golpea la fricción libera cargas eléctricas de estas rocas. Las cargas se juntan y salen disparadas a la superficie a gran velocidad, manifestándose en el aire en forma de descargas eléctricas y luz.
Lo que dejó el sismo en México
Autoridades mexicanas reportaron la muerte de un hombre, a quien le cayó un poste de luz tras el sismo de 7,1 registrado con epicentro en Acapulco.
En cuanto a daños materiales, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo en un mensaje que solo se reportaron “piedras caídas de bardas, lo mismo en Morelos (centro), no hay daños en Oaxaca (sur), no hay daños en Puebla (centro)”, así como tampoco en Ciudad de México.
Hasta el momento se han registrado ocho réplicas, de magnitud 4 a 5.
El movimiento telúrico provocó crisis de nervios también en el centro de la Ciudad de México, cuyos habitantes tienen fresco aún el recuerdo trágico del sismo de 7,1 registrado el 19 de septiembre de 2017, que sacudió al centro del país y dejó 369 fallecidos, la mayoría en la capital.