Tras el estallido del conflicto, cientos de familias se dividieron. Quedaron solo los hombres (entre 16 a 60 años), quienes son reclutados por las Fuerzas Armadas ucranianas para unirse a los pelotones que combaten contra las tropas rusas de Vladimir Putin.
Gracias a Internet se ha podido conocer el escenario violento al que están expuestos los ucranianos que aún permanecen en sus hogares, algunos esperando que llegue la ayuda humanitaria, y otros quedándose para defender a su país.
A través de las redes sociales se dio a conocer un video viral en el que se ve a una mujer ucraniana enfrentando a un soldado ruso para que abandone su país. Ella le dejó una frase que rápidamente llamó la atención de las comunidades digitales: “Pon semillas de girasol en tu bolsillo para que crezcan cuando mueras”.
Pero, ¿qué significan los girasoles para los ucranianos? Esta es la flor nacional, y aunque la planta tiene un origen en Norteamérica, cuenta una leyenda que el zar Pedro I, conocido como el Grande, las encontró cuando realizó un viaje a Países Bajos. Él las llevó a Rusia y las plantó en la tierra negra de Ucrania.
Con las restricciones que tenía la población en aquella época, que hasta el acceso a víveres era controlado, ellos vieron al girasol como un elemento versátil para su alimentación, usándolo en casi todas sus preparaciones. Incluso, hasta la fecha, muchos comen un famoso snack elaborado con semillas de girasol y sal.
Los girasoles no solo han sido tomadas como símbolo de paz y orgullo en la guerra entre Rusia y Ucrania, estos tienen un valor cultural, ya que las podemos ver en pinturas y trajes típicos, así como elementos especiales en ceremonias.
Su potente color simboliza la fuerza y energía del Sol, además de la calidez que emite y cubre al pueblo. A diferencia de otros países, en las tierras ucranianas crecen a gran volumen, por lo que casi todos los caminos están decoradas con su imponente belleza.
Cabe resaltas que, teniendo en el recuerdo el accidente nuclear de Chernóbil, a inicios de los noventa, las autoridades tomaron la decisión de no poseer armas nucleares por el bien de sus habitantes. Los girasoles sembrados en este tipo de lugares ayudaron a eliminar grandes cantidades de plomo, arsénico, uranio y otras sustancias tóxicas.