Miles de sudaneses se manifestaron este jueves 10 de febrero en la capital Jartum, en demanda de la restitución de un Gobierno civil. La movilización fue convocada por los Comités de Resistencia y la Asociación Profesional de Sudán (SPA), que encabezaron también las protestas contra el expresidente Omar al-Bashir en 2019. “Un Estado civil completo” y “libertad, paz y justicia” gritaron los manifestantes, mientras exigían a los responsables de la muerte de sus compañeros que rindan cuentas.
El Ejército de Sudán comparte el poder con grupos civiles desde el derrocamiento de Bashir en 2019, pero la situación se intensificó cuando salió del Gobierno de transición el primer ministro Abdullah Hamdok, el pasado 25 de octubre. Desde entonces, grupos de civiles han lanzado masivas protestas casi a diario contra los militares, en medio de llamados a devolver el poder a los civiles.
En su momento, en un discurso televisado, Hamdok admitió que la alianza entre el liderazgo militar y el ala civil no había logrado llevar a la transición política del país, al establecimiento de las bases para el Gobierno civil y la transformación democrática. ”Acepté el cargo de primer ministro en agosto de 2021 con base en la declaración constitucional y el consenso político entre los componentes militar y civil, modelo que elogié en varias oportunidades. Pero este no logró continuar con la misma armonía como cuando comenzó”, señaló Hamdok.
“Hice lo mejor que pude para liderar a nuestro país para evitar una catástrofe, y ahora nuestra nación está atravesando un punto de inflexión peligroso que puede amenazar su supervivencia”, advirtió Hamdok. ”Le dije a nuestro Ejército nacional, incluidos los militares, las Fuerzas de Apoyo Rápido, la policía y el servicio de inteligencia que la nación es el poder soberano más alto y el Ejército le pertenece, trabajando bajo el mando de la nación para asegurar su existencia, unidad y territorios” añadió el exministro.