El primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, ha indicado que impulsará legislación de emergencia para que Ruanda sea reconocido por el Parlamento como “país seguro”, al que se puedan enviar potenciales refugiados, luego de que el Tribunal Supremo frenara el primer avión que partiría con un grupo de migrantes hacia el país africano.
Sin embargo, Suella Braverman, destituida el lunes como ministra británica de Interior, advirtió este viernes de que el plan migratorio del Gobierno sobre Ruanda significará que ningún solicitante de asilo sea llevado a ese país antes de las próximas elecciones generales en el Reino Unido, previstas para 2024. Braverman escribió un artículo publicado hoy en el periódico “The Telegraph”, en el que afirma que intentar “retocar un plan fallido” no lograría los objetivos del Ejecutivo conservador.
Según la antigua responsable de Interior, un nuevo tratado con Ruanda no resolvería una “cuestión fundamental”, que es el dictamen del Supremo de que hay riesgo de que Ruanda pueda devolver a los solicitantes de asilo a los países de los que habían huido, poniéndolos en riesgo de sufrir daños.
Braverman agrega que no ve cómo el Gobierno podría cumplir su promesa de enviar migrantes a Ruanda antes de ir a los comicios. “Cualquier nuevo tratado aún requeriría volver a los tribunales, un proceso que probablemente llevaría al menos otro año”, dijo la política, y avisó que el proceso “podría culminar en una nueva derrota”.
“Es por eso que el plan del primer ministro no permitirá vuelos a Ruanda antes de las elecciones si el Plan B es simplemente una versión modificada del fallido Plan A”, dijo.