El drama de la inmigración en Centroamérica hacia Estados Unidos está lejos de calmarse y cada vez son más las personas que emprenden caminatas interminables con tal de encontrar un futuro mejor en la potencia del norte. Son familias enteras que atraviesan un sinfín de dificultades y que se exponen a innumerables peligros, como el tráfico de personas, cárteles, violencia, falta de alimentos y agua, entre otros.
Pero el tramo más difícil de la peregrinación por medio continente se da a la hora de ingresar a Estados Unidos y cruzar el enorme desierto que separa ese país de México, sin tener en cuenta la enorme vigilancia presente del lado estadounidense y la agresividad de los agentes fronterizos o la peligrosidad de los ‘coyotes’.
En esa travesía, fueron hallados recientemente dos cadáveres de dos hombres que habían llegado a Texas y se disponían a transitar la árida geografía de dicho estado. Sin embargo, la muerte los encontró antes y sus cuerpos fueron localizados por autoridades fronterizas.
Lo más desgarrador de semejante tragedia fue que entre las pertenencias de las víctimas apareció una conmovedora carta que la familia de uno de los fallecidos le había escrito de puño y letra a modo de despedida en su viaje al ‘sueño americano’. “Te amo papá. No quisiera que te fueras de nosotros. Sé que lo haces por el bien de todos nosotros”, comienza el triste texto.
“No te alejes nunca de tu familia porque tienes a una familia que te ama y siempre estará al pendiente de ti y me vas a dejar muy triste, extrañaré el tiempo que me dedicas. Te amo”, sigue la misiva.
El texto estaba junto al cuerpo de Wenselao Salas Solis, originario de Siltepec, Chiapas. A su lado estaba el cadáver de su compañero, Marlon Manuel Salazar Montenegro, oriundo de Guatemala.