La de hoy está llamada a ser una nueva jornada de movilizaciones opositoras en Cuba, poco más de dos meses después de las mayores protestas de los últimos años en la isla. La oposición ha denunciado un aumento de la represión por parte del Gobierno, que a su vez ha cuestionado la supuesta instrumentalización política de las marchas y el papel en la sombra que tendría Estados Unidos.
La protesta estaba convocada inicialmente para el 20 de noviembre, pero los promotores, aglutinados en el movimiento Archipiélago, decidieron adelantarla cinco días después de que las autoridades anunciasen en los días previos a la manifestación una serie de maniobras militares “rutinarias”, según el Gobierno.
Los convocantes, sin embargo, decidieron mantener su Marcha Cívica por el Cambio para hacer frente al “autoritarismo”. En este sentido, llaman a la población a sumarse a las concentraciones, no solo con marchas por las calles sino también con gestos simbólicos como una cacelorada convocada a las 20.00 (hora local). Se sumaron, además, más de 100 ciudades en todo el mundo a participar de las movilizaciones del día de hoy, en apoyo a la consigna de la marcha.
Por otra parte, el Gobierno cubano retiró ayer las acreditaciones a todos los periodistas y reporteros gráficos de la agencia EFE en La Habana (tres redactores, un fotógrafo y un cámara de TV). Aunque posteriormente les fue restituida a dos periodistas, la decisión provocó una cascada de reacciones tanto políticas como desde organismos de defensa de la libertad de prensa y medios periodísticos.