El hecho sucedió en el sur de Oklahoma, donde el sospechoso de un triple asesinato afirmó haber cortado el corazón de una de sus víctimas para servirlo “horneado con papas”, según informaron medios estadounidenses.
Se trata de Lawrence Paul Anderson, un hombre de 42 años ya condenado en varias ocasiones y que previamente se había declarado como bipolar.
Además, el hombre admitió haber matado a su tío, y a la nieta de este último, así como a una vecina.
Según lo indicado por la policía en un comunicado el jueves pasado, a los crímenes se le suma otra confesión, en donde asegura haber herido a su tía, el 9 de febrero en Chickasha, cerca de Oklahoma City, Estados Unidos.
El sospechoso habría asesinado primero a su vecina Andrea Lynn Blankenship, de 41 años. Luego, le habría extraído el corazón a su víctima, antes ir a casa de su tío, Leon Pye, de 67 años, para cocinar el órgano y servírselo a él, su tía y la nieta de ambos, que estaba de visita, según señaló el periódico The Oklahoman y una estación de televisión local.
“Trajo el corazón y lo cocinó con papas para servirlo a su familia y así liberar a los demonios”, se puede leer en la solicitud citada por el diario, de la orden de allanamiento presentada por la policía a un juez.
Fue después de que su familia se negara a consumir el corazón, cuando Anderson los habría apuñalado, matando a su tío e hiriendo a su tía y a la niña. Esta última falleció cuando era trasladada en ambulancia.
Los investigadores están tratando de determinar si el sospechoso se encontró bajo los efectos de drogas. Anderson vivía con sus tíos en el momento de los asesinatos.
El gobernador de Oklahoma le había conmutado en junio de 2020 su última condena.
Además, en 2006, el sospechoso había estado detenido por posesión de crack, en 2012 por distribución de la misma droga y en 2017 fue sentenciado a 20 años de prisión por posesión de estupefacientes y armas.
Durante su último juicio, le aseguró al juez que seguía un tratamiento médico por su trastorno bipolar.