La guerra entre los gigantes de la informática e internet es bien conocida por los usuarios de sus servicios: Google, Facebook, Apple y tantos otros monstruos tecnológicos compiten centímetro a centímetro y no ‘regalan’ nada a sus rivales.
Esto no impide que los trabajadores de una y otra compañía emigren de una hacia otra empresa en busca de mejores oportunidades. Eso fue lo que ocurrió con Antonio García Martínez, un empleado de Facebook que dejó la compañía de Mark Zuckerberg para ir a Apple.
Pero la alegría le duró poco: 48 horas después de haber sido contratado, la empresa comandada por Tim Cook lo despidió debido a los mensajes misóginos que García Martínez hizo en las redes sociales.
El comunicado de Apple y el pasado de García
A través de un comunicado, la empresa de la manzana detalló que el flamante empleado dejará la compañía y aclararon que en Apple no tolera ningún tipo de discriminación entre sus trabajadores”.
“En Apple, siempre nos hemos esforzado por crear un lugar de trabajo inclusivo y acogedor donde todos sean respetados y aceptados. El comportamiento que degrada o discrimina a las personas por lo que son no tiene lugar aquí”, señalaron.
Horas después de que García Martínez fuera contratado por Apple, varios empleados presentaron un texto para manifestar su malestar. Esto se debe a que el flamante trabajador era bien conocido en el ambiente debido a su conducta sexista y misógina. Parte de ese pensamiento está expresado en el libro que el propio señalado había escrito tiempo antes de ingresar a la firma de Cook. En ese libro -Chaos Monkeys- habla sobre su experiencia en Silicon Valley y su convivencia en espacios laborales con mujeres.
“La mayoría de las mujeres en el Bay Area son blandas y débiles, mimadas e ingenuas a pesar de sus afirmaciones de mundanalidad, y generalmente están llenas de mierda. Tienen su feminismo egoísta y se jactan incesantemente de su independencia, pero la realidad es que, con la plaga epidémica o la invasión extranjera, se convertirían precisamente en el tipo de bagaje inútil que cambiarías por una caja de cartuchos de escopeta o un bidón de diésel», había escrito en dicho libro.
