En un movimiento polémico y sin precedentes, el flamante presidente Donald Trump confirmó que otorgará indultos a las personas condenadas por su participación en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. La decisión, anunciada poco después de asumir nuevamente la presidencia, ha generado una intensa división dentro del espectro político y en la opinión pública estadounidense.
Trump describió a los involucrados como “patriotas malinterpretados” y “víctimas de un sistema judicial politizado”.
Durante una conferencia de prensa, justificó su medida como un acto de justicia hacia quienes considera “rehenes de una narrativa sesgada que criminalizó la protesta”. Este indulto beneficiará a más de 1.000 personas que enfrentaron cargos por delitos que van desde ingreso ilegal hasta conspiración y agresión a agentes del orden.
Desde el Partido Republicano, las reacciones oscilaron entre el apoyo incondicional de los sectores más alineados con Trump y las críticas de figuras más moderadas, como el senador Mitt Romney, quien calificó la decisión como “una afrenta al estado de derecho y un precedente peligroso”. Mientras tanto, los demócratas han condenado el acto como una “clara señal de impunidad” que podría alentar futuros episodios de violencia política.
En el plano legal, el fiscal federal de Washington D.C., Matthew Graves, señaló que aunque los indultos eximen a los condenados de cumplir sus penas, no borran sus antecedentes ni eliminan el impacto de sus acciones. “El asalto al Capitolio fue un ataque directo a la democracia. Indultar a sus perpetradores envía un mensaje equivocado sobre la responsabilidad por los actos violentos”, declaró.
Organizaciones de derechos civiles también han mostrado su preocupación. Para ellas, este indulto podría reforzar narrativas extremistas y socavar los esfuerzos por combatir la radicalización dentro del país. “El indulto no es sólo un acto simbólico, sino un golpe a las víctimas de aquel día y a la credibilidad de las instituciones democráticas”, advirtió la organización Southern Poverty Law Center.
Por su parte, los familiares de los condenados han celebrado la medida como un acto de redención. “Por fin se ha hecho justicia”, afirmó el padre de uno de los acusados.
Mientras Estados Unidos digiere esta controvertida decisión, los analistas políticos advierten que sus consecuencias podrían definir el tono del segundo mandato de Trump y profundizar las fracturas en una nación ya polarizada.
Estados Unidos se retira del Acuerdo de París
Otra decisión controvertida fue tomada por el mandatario estadounidense este lunes.
La Casa Blanca aseguró este lunes que Donald Trump, quien tomó posesión como el presidente número 47 de Estados Unidos, retirará a Washington del acuerdo de París sobre el clima.
“El presidente Trump se retirará del Acuerdo de París sobre el Clima”, dijo la Casa Blanca en una declaración.
Esto formará parte de los esfuerzos del presidente por “hacer a Estados Unidos asequible y dominante otra vez”, se indicó en la declaración.
Con esta medida, el país volverá a salir del mayor acuerdo ambiental mundial, que suma esfuerzos entre estados para contrarrestar el cambio climático.
Fuera del acuerdo de París se encuentran países como Irán, Libia y Yemen.
Estados Unidos ya había salido del pacto en la otra presidencia de Trump, pero había regresado durante la gestión del demócrata Joe Biden.