El Ejército turco aseguró ayer haber matado a 16 miembros de milicias kurdas en el norte de Siria, días después de que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunciara una pronta operación “antiterrorista” para controlar la franja norte del país vecino.
El Ministerio de Defensa turco indicó que soldados turcos habían tomado represalias “contra el hostigamiento y los intentos de ataque de los terroristas” y agregó que “16 terroristas del PKK/YPG que abrieron fuego de hostigamiento (...) fueron neutralizados”. Las YPG son las milicias laicas kurdosirias aliadas de EE.UU. en la lucha contra el Estado Islámico en Siria. Ankara considera que esas milicias son una mera filial de la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), activa en Turquía.
Erdogan anunció la pasada semana una nueva operación militar en el norte de Siria para ampliar las zonas bajo control de Ankara en su objetivo de crear una “franja de seguridad” de 30 kilómetros de ancho en territorio sirio a lo largo de toda la frontera entre ambos países.
El presidente islamista turco no dio más detalles de esa intervención y aseguró que podría ocurrir en cualquier momento, “por sorpresa”. Turquía ya controla una franja de territorio en el norte de Siria que se extiende por varias provincias y de la que expulsó a las milicias kurdosirias. La operación turca será uno de los temas de la visita del ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, a Turquía el próximo miércoles.
Rusia es el principal aliado del presidente sirio, Bashar al Assad, mientras que Turquía apoya a facciones armadas –la mayoría islamistas– que buscan derrocarlo y combaten también contra las YPG, que mantienen una relación de tensa neutralidad respecto al régimen sirio.