Continúa el conflicto en Europa Oriental. El ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, advirtió a la parte bielorrusa que si sus Fuerzas Armadas entran en territorio ucraniano serán destruidas “sin piedad”.
“Hemos comunicado de manera muy simple y clara a la parte bielorrusa que si sus fuerzas armadas ingresan al territorio de Ucrania y comienzan hostilidades aquí, serán destruidas sin piedad, al igual que el ejército ruso está siendo destruido”, dijo Kuleba en unas declaraciones en la televisión ucraniana recogidas por la agencia Ukrinform.
Kuleba, precisó que “lo último que debería interesar a los bielorrusos es que sus hijos, hermanos y maridos mueran aquí por unas ideas absurdas de Putin y Lukashenko”. Agregó, además, que el ejército bielorruso “no quiere y no está listo para luchar contra Ucrania”.
Según el último informe publicado por el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania en Facebook, hay alrededor de cuatro grupos tácticos de batallón de las Fuerzas Armadas de Bielorrusia cerca de la frontera con Ucrania.
La agencia Ukrinform dice, citando al ministerio ucraniano de Defensa, que Rusia está tratando de persuadir al ejército bielorruso para que participe en la guerra contra Ucrania incluso con pagos que, según afirma, irían entre los mil y 1.500 euros al mes.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, hizo un llamado este miércoles a Bielorrusia “para que ponga fin a su complicidad en la invasión de Putin”. En este sentido, las autoridades ucranianas han afirmado que aún “es imposible descartar la posibilidad” de que participe junto a las tropas rusas.
El Ministerio de Defensa de Ucrania afirmó el domingo que había signos de preparativos por parte de las autoridades bielorrusas para una ofensiva, si bien Minsk ha insistido en todo momento en que no participa en la guerra y en que no se sumará a las hostilidades.
Ucrania ha denunciado además que el territorio de Bielorrusia ha sido utilizado por Rusia para el traslado de tropas y equipamiento en el marco de la invasión. La ofensiva arrancó días después de que Putin reconociera la independencia de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania.
Por otra parte, Bielorrusia ha acogido varias reuniones entre delegaciones de Ucrania y Rusia para intentar lograr un acuerdo que ponga fin al conflicto. Esta supone una de las principales vías de negociación, al margen de una reunión en Turquía entre los ministros de Exteriores de ambos países y la mediación acometida por Israel.