Mohamed Khairullah, el alcalde musulmán de Prospect Park, Nueva Jersey, al llegar a la Casa Blanca fue informado de que, a pesar de haber sido invitado a la reunión organizada por el presidente Joe Biden, habérsele recordado que confirmara su asistencia y haber manejado cerca de cuatro horas desde su estado natal, no se le permitiría asistir a la ceremonia de este lunes.
Ni la Casa Blanca ni el Servicio Secreto, que está a cargo de la seguridad en la mansión ejecutiva, le dieron ninguna razón para el abrupto rechazo. Esta no es la primera vez que Khairullah, un exbombero voluntario que se convirtió en político local, enfrenta acciones inexplicables por parte de las fuerzas de seguridad. El primer incidente de este tipo que puede recordar fue en 2019 cuando regresaba a Estados Unidos desde Estambul, Türkiye, cuando los agentes de las fuerzas del orden lo recibieron en las puertas de su avión y le dijeron que había sido seleccionado “al azar” para una requisa adicional.
Khairullah fue sometido a un extenso interrogatorio sobre si se había reunido con algún terrorista mientras estaba en el extranjero, le confiscaron su teléfono y lo obligaron a desnudarse hasta quedar en ropa interior para registrarlo. La decisión de este lunes de excluirlo de la Casa Blanca “me devolvió a esa época”, agregó en declaraciones a una agencia de noticias árabe.
Tras el rechazo de la Casa Blanca, Khairullah acudió al Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas (CAIR), el grupo de defensa musulmán más grande del país, en busca de apoyo. Se le informó que su nombre figuraba en una lista de vigilancia del FBI que se había filtrado a Internet luego de que una aerolínea estadounidense lo subiera a un servidor no seguro.
La lista, de la cual informó por primera vez el sitio web de noticias Daily Dot, incluía un gran número de nombres de la base de datos de detección de terroristas de EE.UU. y la “Lista de exclusión aérea”. Alrededor de 1,5 millones de personas están incluidas en esta última, incluida una “gran mayoría” de nombres árabes y musulmanes, señaló Dina Sayedahmed, la portavoz del capítulo de Nueva Jersey de CAIR. La lista se remonta a 2003.
El problema para el alcalde es la falta de transparencia de las fuerzas de seguridad, incluida su negativa a confirmar la existencia de la lista en primer lugar, y mucho menos si él está o no en la misma. ”Queremos que las fuerzas del orden hagan su trabajo. Queremos que protejan a la nación. Nadie quiere atarles las manos, pero esta es una lista poco inteligente”, dijo Khairullah. “De alguna manera, alguien decidió que yo debería estar en esta lista. Tiene que haber transparencia. Cuando alguien está en esa lista, es necesario que le digan”, agregó.
“A la comunidad se le debe una reunión en la Casa Blanca para poder discutir sus inquietudes y recibir respuestas reales. ¿Cómo entran las personas en esta lista? ¿Cómo limpian sus nombres si entran en ella? No se puede simplemente ponerlos en una lista secreta, hostigarlos en los aeropuertos, hostigarlos en la vida en general, no darles autorizaciones y luego esperar que crean que realmente se cree que son iguales a cualquier otro estadounidense”, enfatizó.