Un niño de 11 años fue hallado en estado crítico dentro de un contenedor en Malasia tras viajar más de 3.000 kilómetros encerrado, desde su ciudad de origen Bangladesh.
Según él mismo le explicó a los empleados de Port Klang, quienes lo hallaron moribundo entre la mercadería que descargaban, se había escondido allí porque estaba jugando a las escondidas con sus amigos en el puerto de Bangladesh.
En su testimonio, el menor explicó que no se dio cuenta cuando las puertas del contenedor se cerraron y que para cuando se percató que estaba encerrado, pidió auxilio pero fue en vano porque nadie lo escuchó.
En total, el niño viajó 3.200 kilómetros encerrado dentro de un contenedor, sin agua, ni comida y soportando desde temperaturas muy calurosas, así como también muy gélidas.
En su ciudad de origen se había generado mucha preocupación debido a su desaparición, pero afortunadamente fue hallado a tiempo y llevado al hospital donde los médicos de Malasia pudieron asistirlo y salvarle la vida.
No obstante, nadie escuchó los gritos de auxilio, y el container, con el menor al interior, fue enviado a Malasia. En unos días será repatriado a su país, donde su familia lo espera.