El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, condenó un nuevo supuesto lanzamiento de un misil balístico de largo alcance por parte de Corea del Norte, según informó su portavoz, Stephane Dujarric.
A través de un comunicado, Guterres describió el lanzamiento como “otra violación de la moratoria anunciada por la República Popular Democrática de Corea en 2018 sobre lanzamientos de esta naturaleza y una clara violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad”. El secretario general señaló que tales lanzamientos podrían “escalar significativamente las tensiones en la región” e instó a Corea del Norte a desistir de “más acciones contraproducentes”.
Guterres reafirmó su compromiso de trabajar con todas las partes en la búsqueda de una solución diplomática pacífica para la desnuclearización completa y verificable de la península de Corea, según detalló Dujarric. Las declaraciones de Guterres se produjeron horas después de que Corea del Sur anunciara que su vecino del norte realizó la prueba de un “proyectil no identificado” rumbo al mar del Este, mientras que Japón describió el proyectil como un “nuevo tipo de misil balístico intercontinental”.
El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, también criticó dicho lanzamiento y lo calificó de “imprudente” e “inaceptable”. Kishida también se reunió con el presidente estadounidense, Joe Biden, al margen de la cumbre del G7, donde ambos líderes condenaron las acciones ‘provocadoras’ de Pyongyang, según la Casa Blanca. Durante la reunión, Kishida y Biden subrayaron la importancia de la diplomacia y acordaron continuar trabajando en conjunto para que Corea del Norte asuma su responsabilidad sobre dichas acciones.
El último lanzamiento por parte de los norcoreanos se produjo una semana después de que Seúl afirmara que una prueba inicial este año no lograra alcanzar cierta altitud en su fase inicial de impulso.