En un trágico accidente ocurrido en julio de 2018 en Bouloc-en-Quercy, cerca de Toulouse, Francia, un hombre perdió la vida de una manera impactante. Nicolas Galy, un paracaidista experimentado de 40 años, fue decapitado por el ala de un avión mientras realizaba un salto en paracaídas. Como resultado de este terrible incidente, el piloto de la aeronave ahora enfrenta cargos de homicidio involuntario.
El incidente tuvo lugar cuando el piloto, cuya identidad no fue revelada, volaba un avión monomotor Pilatus sobre la zona. Nicolas Galy, vestido con un traje de alas y un mono con mangas palmeadas, saltó del avión. Trágicamente, apenas 20 segundos después de su salto, colisionó con la avioneta en movimiento. Esta terrible colisión resultó en la decapitación de Nicolas, aunque su paracaídas de emergencia se abrió y su cuerpo cayó al suelo.
El piloto sostuvo que no cometió ningún error y argumenta que Nicolas estaba desviándose en una dirección diferente a la esperada cuando ocurrió la colisión. Sin embargo, la fiscalía presentó cargos de homicidio involuntario en su contra.
Además de estos cargos, se reveló que la licencia del piloto no estaba vigente en el momento del vuelo debido a que había violado las restricciones impuestas por la autoridad de aviación de Francia debido a una condición médica.
El tribunal en Montauban está considerando el caso, y la fiscalía solicitó una pena de prisión suspendida de 12 meses y una multa de 8,700 libras esterlinas para el piloto. El veredicto se dará a conocer en noviembre.
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