Una adolescente de 14 años ingresó armada con una escopeta a la escuela Gymnasium Number 5 en Briansk, Rusia, y disparó contra sus compañeros. Seis estudiantes resultaron heridos, uno de ellos perdió la vida, y la agresora se suicidó en una bañera.
La atacante, identificada como Alina A., llegó tarde para su clase de biología y, según los informes, perpetró el tiroteo cuidadosamente planificado. Robó la escopeta de caza de su padre, la llevó al aula y abrió fuego contra sus compañeros. Cinco estudiantes resultaron heridos y una joven de 13 años falleció. Uno de los heridos se encuentra en estado grave con impactos en el pecho, antebrazo y rodilla, mientras que los demás están estables.
El caos se apoderó de la escuela cuando los estudiantes, al escuchar los disparos, buscaron refugio cerrando ventanas y apilando escritorios. La policía llegó rápidamente, evacuando a alumnos y profesores. Durante la intervención policial, se descubrió que la agresora se había suicidado en una bañera de la institución.
“Estábamos sentados en clase y escuchamos disparos. Entramos en pánico, comenzamos a cerrar ventanas y a poner escritorios uno encima del otro”, contó un estudiante a los medios locales.
Según informaron, Alina A. habría sido víctima de acoso escolar, y esta podría haber sido una de las motivaciones detrás de la masacre. Alexander Jinshtéin, diputado nacional ruso, destacó en un comunicado: “Una de las razones de la tragedia en la escuela de Briansk es la negligencia en la custodia de armas de fuego. Debe estar estrictamente en una caja fuerte, a la que solo debe tener acceso el propietario inmediato. Esa es una de las condiciones inherentes a la concesión de un permiso para almacenar y portar armas”. La escopeta, identificada como “Bekas-3″, había sido camuflada en un tubo de papel para ingresar a la escuela.
El Comité de Instrucción le comentó al medio RBK que maneja varias hipótesis, incluida la posibilidad de que “el ataque fuera una respuesta a un conflicto con sus compañeros de clase”.