El pasado 6 de febrero un poderoso terremoto de 7.8 grados azotó a Turquía y Siria. En la tragedia unas 50.000 personas perdieron la vida. Sin embargo, el mundo también fue testigo de numerosos y milagrosos rescates que se realizaron gracias a la labor de incontables personas. Una de esas historias tuvo como protagonista a una beba que fue sacada de los escombros de un edificio en la provincia de Hatay. Esta semana, después de casi 60 días, pudo reunirse con su madre.
Se trata de la pequeña Vetin, que actualmente tiene tres meses y medio. Pudo ser rescatada cincos días después del sismo sin que presentara ningún problema de salud. En ese entonces, las autoridades creyeron que se trataba de una beba huérfana, cuya madre había fallecido en la catástrofe. Sin embargo, gracias a una prueba de ADN, descubrieron que la mamá estaba viva y, después de casi dos meses, pudieron reencontrarse.
La beba fue trasladada desde Ankara, la capital del país, hasta Adana, una ciudad en el sur turco, a bordo del avión presidencial.
Fue la ministra de Familia y Servicios Sociales, Derya Yanik, quien finalmente entregó a la pequeña a su madre, Yasemin Begdas. La mujer todavía se encuentra hospitalizada, 54 días después del terremoto.
“Muchas provincias se vieron afectadas por los terremotos en Kahramanmaras el 6 de febrero. Una de los lugar más afectados fue Hatay. La bebé, que fue encontrada 128 horas después es realmente un milagro. Su supervivencia y su buena salud es sorprendente. El hecho de que no tuviera ningún problema nos alegró mucho a todos”, expresó la ministra Yanık en diálogo con la prensa local.
Antes de la prueba de ADN la beba había sido apodada “Gizem”, que quiere decir “misterio” en turco. Madre e hija finalmente pueden estar juntas. Desde el Ministerio comunicaron que los otros miembros de la familia, es decir, el padre y los dos hermanos de la beba sí perdieron la vida en el sismo.