Según la psicóloga Emily Holmes, el juego Tetris podría disminuir la frecuencia de flashbacks o recuerdos no deseados que experimentan las personas después de vivir situaciones traumáticas.
El Tetris, famoso por ser uno de los videojuegos más populares y exitosos del mundo, y en 2023 protagonista de una película con el mismo nombre, ha demostrado tener beneficios que van más allá del mero entretenimiento. La icónica combinación de bloques de colores, tan aclamada en las décadas de los 80 y 90, ha capturado el interés de psicólogos que ven su potencial para mejorar la salud mental.
La especialista, quien ejerce como profesora en el Instituto Karolinska y la Universidad de Uppsala en Suecia, ha liderado innovadores estudios. Holmes se planteó la pregunta de si proporcionar al cerebro una tarea visual, como jugar al Tetris, inmediatamente después de un evento traumático, podría reducir la frecuencia de los flashbacks.
Holmes y su equipo iniciaron la investigación de varias tareas viso-espaciales, aquellas que implican la generación o manipulación de imágenes mentales. Hasta que un día, un estudiante sugirió la idea de utilizar un videojuego. El Tetris surgió como la opción más adecuada. “Involucra colores, implica el espacio al mover bloques para completar líneas y, lo más importante, requiere la rotación de formas en la mente”, explicó Holmes.
Los primeros ensayos revelaron resultados alentadores: aquellos que jugaron al Tetris poco después de vivir un evento traumático experimentaron menos flashbacks en comparación con quienes no lo hicieron. La reducción fue del 58% para quienes vieron una película y del 62% para quienes estuvieron involucrados en un accidente automovilístico.
Estos hallazgos inspiraron a los investigadores a ampliar su estudio. Se centraron en recuerdos arraigados en lugar de recientes. Solicitaron a individuos diagnosticados con trastorno de estrés postraumático (TEPT) que jugaran Tetris durante 25 minutos una vez a la semana durante varias semanas, con el objetivo de dirigirse a un flashback específico.
“La verdad es que no podemos llegar a la mayoría de las personas en las primeras horas después de un evento traumático”, explicó Holmes. Los resultados revelaron una disminución del 64% en la frecuencia de aparición de un recuerdo específico. Este logro representó otro resultado alentador para la psicóloga.