La modelo Micaela Tosi viajó a Shangai a fin del año pasado para realizar un trabajo de modelaje y quedó confinada. Debido a los brotes de Covid-19 en la ciudad, el gobierno chino impuso un aislamiento estricto y otras medidas polémicas.
Tosi dialogó con TN y comentó que llegó a la gran ciudad por un contrato laboral que duraría tres meses, situación que cambió con la cuarentena aplicada en la zona. “Tuve la posibilidad de extener mi contrato un mes más y fue cuando pasó todo esto”, relató.
La ciudad más importante del país asiático está conformada por 26 millones de habitantes que fueron confinados por la creciente cantidad de casos de coronavirus detectados. Entre las medidas tomadas se generó polémica por la separación entre padres e hijos que resultaran infectados.
“Los días previos al confinamiento había desabastecimiento ya, porque la gente se volvió loca para ir a comprar”, señaló en relación con las formas de proveerse de alimentos. “Después el Gobierno empezó a repartir. Pero a mí en 16 días me llegó dos veces comida, nunca sabés cuando te toca”, se lamentó.
Según lo relatado por la modelo, los comercios de primera necesidad (supermercados y farmaacias) tampoco se encuentran abiertos para emergencias. “Yo tuve que contactar a una chica que trabaja en la embajada y me ayudó para conseguir un medicamento. No se cómo hace la gente que necesita un remedio para vivir”, sostuvo.
Cuando llegó el gran brote a Shanghai, los médicos y especialistas informaron que la variante Ómicron es tan contagiosa que el confinamiento no serviría para detenerlo. Respecto a esto, Micaela opina “No se explica. Ellos queiren llegar a nivel cero de contagios, pero pienso que va a ser imposible”.
Tras su experiencia en la cuarentena vivida en Argentina, agregó que “Según me explicaron, es la primera ez que hacen un aislamiento así en Shangai”.
