Una mujer de la comuna de Estación Central, en Santiago de Chile, terminó ingiriendo un microchip de perro tras comer una brochette en un puesto callejero de venta de alimentos. Se dio cuenta en el hospital, a donde había acudido por un dolor abdominal.
El insólito caso salió a la luz por un informe de la concejala de Estación Central, Michelle Tabilo, quien detalló que la vecina afectada había comido un anticucho, el equivalente a la brocheta (carne y vegetales en un pincho).
A través de Facebook, la concejala puso en alerta a todos los vecinos, indicando que el concejo municipal ya estaba al tanto de lo ocurrido. También llamó a no consumir estos productos alimenticios en la vía pública.
“Estimad@s vecin@s: el día de ayer [martes] en concejo municipal informé el caso de una vecina que consumió un anticucho en la calle, llegó al hospital por un malestar estomacal y lamentablemente tenía un chip de un perrito en el estómago”, contó Tabilo.
“Solicité fiscalización de los alimentos en el comercio ilegal, pero como recomendación no coman nada en la calle y por favor cuiden a sus mascotas”, agregó.
En ese sentido, la concejala emitió un oficio a la unidad encargada de la asesoría jurídica “para que informe en derecho acerca de las atribuciones de la municipalidad para fiscalizar las condiciones sanitarias de los alimentos que se expenden en el comercio ilícito”.
¿Cómo funciona el microchip para perros?
Según lo publicado por el medio trasandino Biobiochile.cl, el Registro Nacional de Tenencia Responsable de Mascotas y Animales de Compañía ofrece el servicio de identificación de perros y gatos domésticos en caso de extravío a través del chip que esa mujer tragó.
El microchip de identificación es una cápsula pequeña, del tamaño de un grano de arroz. Tiene un código único de 15 dígitos y permite asociar a dicho código todos los datos del animal y de su responsable.
Los chips se colocan debajo de la piel del peludo, más concretamente, entre la piel y su músculo. No llegan a medir centímetro y medio de largo, y son tan gruesas como un grano de arroz.
Cuando encuentran a tu perro, un veterinario o responsable de un refugio de animales puede escanear el microchip incrustado para encontrar detalles en la base de datos de microchip y comunicarse con el dueño.