Farah Cacanindin, una joven de 26 años originaria del Reino Unido, iba camino al hospital para una revisión rutinaria con el fin de comprobar de que todo estuviera bien con su embarazo. Sin embargo, no se esperaba que su bebé decidiera venir a este mundo en el momento más inesperado: arriba del taxi en el cual viajaba.
Según The Sun, la mujer estaba a cinco minutos de llegar al nosocomio cuando se adelantó el momento del parto. A pesar de que el conductor del taxi en el que viajaba llamó al hospital Stoke Mandeville para pedir ayuda, ya era demasiado tarde y la beba, Naia, nació dentro del vehículo.
Rápidamente, Farah la envolvió con la campera que traía puesta y acudió al Stoke Mandeville para que la revisaran a ella y a la recién nacida.
La mujer estaba muy contenta por tener a su hija. Sin embargo, días después recibió una noticia no muy agradable, tuvo que pagar 30 libras por la tarifa del viaje, sumado a un cargo extra de 90 libras por la limpieza del transporte después del parto.
La joven madre tuvo que desembolsar lo que equivale a unos 21.500 pesos argentinos tras el incidente. Y, aunque la protagonista de este caso está consciente de que dejó un desastre en el auto, considera que cobrarle tanto fue un abuso.
“Entiendo que hice un desastre, pero es un poco descarado haberme cobrado. Fue el parto más rápido de mi vida. Rompí fuente a los cinco minutos de viaje. El conductor me preguntó si quería que se detuviera, pero le dije que siguiera adelante porque creía que llegaría antes de que naciera”, expresó Cacanindin.
Como era de esperarse, la historia de esta mujer rápidamente se hizo viral en las redes sociales, donde muchas personas se indignaron por la actitud del conductor del taxi, al que acusaron de ser poco empático con la joven madre.