El tiroteo masivo que enlutó a parte de los Estados Unidos y conmocionó a la opinión global no es el primer caso de asesinatos masivos en la potencia del norte, y todo hace pensar que tampoco será el último. Dichos fenómenos se caracterizan por darse en espacios públicos, con mucha concurrencia de personas y de forma inesperada, pero los establecimientos escolares se han transformado en lugares que concentran la atención de quienes anhelan perpetrar semejantes ataques.
Un repaso por los trágicos episodios que marcan con sangre la historia reciente del país del norte da cuenta de la gravedad de la situación.
Oxford, Michigan, 30 de octubre de 2021:
Un adolescente de 15 años mató a cuatro estudiantes a sangre fría e hirió a otros seis, así como a un maestro, en terrenos de la escuela secundaria en Oxford, Michigan, una pequeña ciudad al norte de Detroit. El tirador fue acusado de acto terrorista y asesinato e, inusualmente, sus padres también fueron procesados.
Santa Clarita, California, 14 de noviembre de 2019:
Un adolescente de 16 años marcó el día de su cumpleaños disparando a estudiantes en su escuela secundaria en Santa Clarita, California, matando a dos compañeros de clase e hiriendo a otros tres antes de intentar suicidarse. Las víctimas tenían entre 14 y 15 años.
Santa Fe, Texas, 18 de mayo de 2018:
Un adolescente de 17 años acribilló a 20 personas en su instituto de educación secundaria en Santa Fe, Texas: mueren dos adultos y ocho jóvenes. El atacante está encarcelado desde entonces.
Parkland, Florida, 14 febrero de 2018:
El día de San Valentín, un joven de 19 años, Nikolas Cruz, descargó su rifle semiautomático en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas, en Parkland, Florida, de la que había sido expulsado por motivos disciplinarios. Dejó 17 muertos, la mayoría adolescentes. El tirador fue arrestado.
Benton, Kentucky, 23 de enero de 2018:
Un adolescente de 15 años disparó y mató a otros dos estudiantes de la misma edad en la escuela secundaria de Benton Kentucky. Otras 18 personas resultaron heridas por balas o en el caos creado por el tiroteo.
Roseburg, Oregon, 1 de octubre de 2015:
Un estudiante de 26 años mató a tiros a nueve personas en la Universidad de Umpqua. Herido, se pegó un tiro en la cabeza.
Oakland, California, 2 de abril de 2012:
Un hombre mató a siete personas en la pequeña Universidad Oikos en Oakland, California. El tirador, un exalumno de origen coreano, fue detenido y murió siete años después en prisión.
Newtown, Connecticut, 14 de diciembre 2012:
Después de dispararle a su madre, un joven de 20 años, Adam Lanza, mató a 26 personas, incluidos veinte niños de 6 y 7 años, en la escuela primaria Sandy Hook. Se suicidó después. Estados Unidos sigue atormentado por esta masacre debido a los muchos niños asesinados.
Universidad Virginia Tech, Virginia, 16 de abril de 2007:
Un estudiante de Corea del Sur mató a 32 personas con sus dos pistolas semiautomáticas, antes de suicidarse en esa famosa institución de educación superior.
Columbine, Colorado, 20 de abril de 1999:
Dos estudiantes de Columbine High School, de 17 y 18 años y fuertemente armados, mataron a doce compañeros y un profesor antes de suicidarse en la biblioteca. El número de víctimas habría sido aún peor si los atacantes hubieran logrado detonar sus bombas caseras.
Austin, Texas, 1 de agosto de 1966:
Un ex infante de marina en lo alto de la torre del edificio principal de la Universidad de Texas en Austin disparó al azar durante más de 90 minutos a todos los que veía debajo. Mató a 15 personas e hirió a 30 antes de ser abatido.