Una serie de explosiones coordinadas contra walkie-talkies de miembros de Hezbollah sacudió Líbano este miércoles, dejando 14 muertos y 450 heridos. Una de las detonaciones ocurrió durante el funeral de un líder del grupo, quien fue asesinado el día anterior debido a la explosión de su “beeper”. El momento fue captado en video por un testigo desde un balcón, mostrando a la multitud en la calle, muchos vestidos de negro y con banderas amarillas, cerca de una ambulancia.
De fondo se escuchaban cantos y música. De repente, una explosión sacudió el lugar cercano a la ambulancia, llenando el área de humo. El pánico se apoderó de los presentes, quienes corrieron mientras una persona cayó al suelo, aunque el video no muestra si fue atendida. Las explosiones afectaron principalmente los suburbios de Beirut, así como áreas del sur y este del país. En Nabatieh, se incendiaron 60 casas, 15 coches y varias motocicletas debido a las explosiones de “aparatos inalámbricos y lectores de huellas dactilares”, según Defensa Civil. También hubo incendios en la Bekaa, Baalbek-Hermel y el sur del Líbano, todos bastiones de Hezbollah.
Aunque el número de muertos fue similar al de la primera oleada de explosiones, los heridos fueron menos que los 2,800 reportados previamente. En Baalbek, un video mostró los restos de un apartamento destruido por una de las explosiones. Además, un equipo del ejército libanés tuvo que detonar un walkie-talkie en el estacionamiento de un hospital, según imágenes difundidas por Associated Press.
Tanto el Gobierno libanés como Hezbollah han acusado a Israel de estar detrás de estos ataques. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró que Israel se encuentra “en una nueva fase de esta guerra” y que el país debe “adaptarse”. Muchos usuarios en las redes sociales se hicieron eco de estos hechos y comentaron: “Raro que esos dispositivos no hayan explotado todos a la vez, así como los Beepers”.